El primer edil ha destacado la gran personalidad del padre Julio, un hombre sonrisa eterna, que predicó siempre la palabra de Dios desde su carácter afable y amable, y que dejó una profunda huella en las comunidades parroquiales en las que sirvió.
Se ha ido un referente para buena parte la sociedad algecireña, que compartió durante años vivencias con el padre Julio, quien siempre permanecerá en nuestros recuerdos y en nuestros corazones. En estos momentos de dolor solo podemos hacer llegar a sus familiares y amigos nuestras más sinceras condolencias y el abrazo más sentido en nombre de Algeciras, finaliza el regidor.