Malos vientos corren para centenares de propietarios del icono norteamericano por excelencia del mundo de las dos ruedas, la Harley Davidson, ya que no pueden sacar sus motos del garaje o bien están requisadas en dependencias de la Guardia Civil si no están debidamente homologadas. Ocurre que esta moto tiene que estar homologada para recorrer las carreteras españolas y tan sólo cuentan con este certificado las motos que se venden o proceden de los concesionarios oficiales de la marca.
La asociación de afectados recuerda que la Dirección General de Tráfico está paralizando todas las motocicletas de segunda mano de esta firma importadas y que los agentes cursan denuncias por lo penal contra los conductores por falsificación de documentos. Y eso que la inmensa mayoría de estas máquinas han pasado su correspondiente ITV y son exteriormente idénticas a las vendidas por la marca oficial en España.
Según Francisco Gualda, abogado de la asociación de afectados, el número de motocicletas paralizadas podrá alcanzar en los próximos meses las 5.000. Se trata de motos de segunda mano que han sido traídas de Estados Unidos, donde pueden circular sin ningún problema legal. Los conductores las adquieren en España en establecimientos abiertos al público y cuentan con la correspondiente ITV emitida por la comunidad autónoma.
Según la Guardia Civil, estos vehículos deben contar con una contraseña de homologación individual, al haber sido importadas de EE UU. Sin embargo, según los afectados, esta contraseña es imposible de conseguir por un particular, por lo que los agentes retiran la documentación del vehículo y emprenden acciones judiciales contra los conductores por falsedad documental.
No obstante, una portavoz de la Dirección General de Tráfico descarta que Interior haya emprendido una campaña contra este tipo de motos importadas. “Lo que ocurre es que cuando se detiene a un conductor, se le requiere la documentación y si esta no está en regla, se le retira. Si no están homologadas, no pueden circular. Es así de simple”.