Esta respuesta a las víctimas se lleva a cabo gracias a la estrecha coordinación en le terreno del propio personal local de Cáritas Haití a través de una red de 27 puntos de distribución en Puerto Príncipe y Jacmel y del equipo de 24 expertos de distintas Cáritas de todo el mundo que se han desplazado al país para participar en el plan de respuesta a la emergencia. Durante los primeros días, Cáritas ha logrado transportar hasta Haití cientos de toneladas de ayuda humanitaria alimentos, agua potable, ropa de abrigo, ayuda médica básica y tiendas de campaña, así como aportar materiales de emergencia para construir refugios de forma rápida y apoyar la rehabilitación de un hospital y 6 dispensarios.
Hemos recibido una comunicación del presidente de Cáritas Haití, monseñor Pierre Dumas, donde nos hace un llamamiento a la comunidad internacional y a las agencias voluntarias a humanizar la ayuda con los damnificados del terremoto. Además de instar a las organizaciones humanitarias a coordinarse para que la asistencia sea más rápida y eficaz, el prelado ha asegurado que los haitianos, más que palabras, necesitan una mano amiga que los ayude a esta difícil etapa.Estamos profundamente agradecidos a todos afirme el presidente de Cáritas Haití por la ayuda que estamos recibiendo desde tantos países y sin su apoyo tampoco podríamos haber podido distribuir los suministros que nos han enviado de manera extremadamente generosa. Ahora lo que hace falta es hacer que el rostro de esta ayuda sea más humano y que los haitianos sean los protagonistas de esta solidaridad. Es algo que debe ser tenido en cuenta tanto por la Iglesia como por las Naciones Unidas, las agencias humanitarias y los países donantes, añade.Para el obispo Dumas, un mundo se ha venido abajo, pero ahora tenemos que reconstruir uno nuevo, sin prejuicio de ningún tipo y teniendo en cuenta que todo el mundo está ahora en la misma situación. En este sentido, asegura que el terremoto, antes que un motivo para la división, representa una oportunidad para unir a las personas y para comenzar de nuevo desde una nueva visión. Esta crisis dice nos ofrece la ocasión de encontrar lo mejor de cada ser humano. Desde el Servicio de Comunicación de Cáritas Diocesana estamos ofreciendo vía correo electrónico despachos de noticias que informan de las actuaciones de Cáritas en esta emergencia. Si alguna Cáritas o voluntarios quiere recibir estos despachos deben solicitarlo al correo del Servicio de Comunicación (comunicacion.cdcadiz@caritas.es). Esta acción informativa se completa con la publicación, en nuestra página web (www.caritascadizceuta.com) de informes de situación con el resumen de las actuaciones que está desarrollando Cáritas en Haití, así como de otros materiales que pueden ayudar en la información y sensibilización de esta emergencia.
A partir de la próxima semana, vamos a instalar, en el patio principal del Obispado de Cádiz, un punto de información permanente que sirva de lugar de encuentro y solidaridad con el pueblo de Haití.
Son numerosas las Cáritas Parroquiales que habéis realizado un llamamiento de ayuda y realizado colectas a favor de las víctimas y damnificados. Quiero aprovechar estas líneas para expresaros mi profundo agradecimiento por todo ese esfuerzo y animaros a seguir adelante con vuestra solidaridad con Haití.
Como sabéis Cáritas Española acompañaba a Cáritas Haití desde hace quince años, está plenamente comprometida en estos momentos tan difíciles y, tenemos la firme convicción de seguir acompañando y apoyando todo el tiempo que sea necesario para mejorar sus condiciones de vida y la restauración de la dignidad de las personas.
Las colectas y donativos que se destinen a Cáritas Haití se ingresarán en la cuenta que Cáritas Diocesana tiene habilitada para las emergencias. El número de la cuenta es: UNICAJA 2103 4000 64 0030000001. Es importante que los ingresos indiquen en el concepto: HAITÍ y que se añada el código parroquial para identificar bien el origen de la donación.
Os animo a seguir compartiendo esta información con el resto de vuestra comunidad parroquial y que en las eucaristías y oraciones comunitarias se tenga presente a las víctimas y damnificados por el terremoto.