Los resultados no se recogen sólo en la provincia, se repiten en toda España y son de sobra conocidos por las administraciones. De esta forma, no es de extrañar que se planteen nuevas estrategias como la reforma de la Ley del Aborto o la venta libre de la píldora del día después en las farmacias. Ambas acumulan críticas y suponen una estrategia ofensiva ante la falta de resultados. De hecho, ninguna de las dos ha conseguido reducir el número de embarazos no deseados cuando abortan cada año casi 2.000 gaditanas y se dispensan en torno a 12.000 píldoras poscoitales. Pero la batalla no está en las soluciones de urgencia, sino en la prevención. Actuar antes Lola Virués, coordinadora provincial del Instituto de la Mujer, no oculta su preocupación por los resultados. Su departamento renueva año tras año los talleres de educación sexual en institutos y programas para madres jóvenes. «Tenemos que hacer un esfuerzo desde todos los ámbitos: padres, hijos, administraciones y sistema educativo». Virués insiste en que hay mucha información, pero no siempre es la acertada. «Lo vemos cuando trabajamos con los chavales y en las preguntas que plantean». Este mes el IAM ha cerrado al menos tres iniciativas en centros gaditanos y cuenta su responsable provincial que aún se han llegado a plantear dudas sobre métodos de riesgo como la marcha atrás. La experiencia acumulada año tras año ha servido para ampliar la educación sexual a todas las iniciativas que se plantean. Lola Virués explica que aparecen las mismas cuestiones en clase de sexología que en talleres de violencia de género. «Hay chicas que acceden a mantener relaciones para no perder a su pareja aunque no estén seguras», recalca. Para organizar talleres en los colegios es necesario contar con la autorización de las ampas y que sean los propios directores los que hagan la solicitud. «Cada año recibimos más, pero es difícil llegar a todos los jóvenes», reconoce Virués. En el colegio Información de primera mano la tiene Esmeralda Vázquez, que coordina iniciativas de este tipo en distintos institutos de la provincia. Es especialista en psicología y asegura que cada año se repiten las mismas dudas en los jóvenes. «Me doy cuenta de que los estudiantes conocen todos los anticonceptivos, pero no saben cómo utilizarlos». También le sigue sorprendiendo que a pesar de las campañas siguen viendo la marcha atrás y la píldora del día después como un método más para evitar embarazos. En este punto, Vázquez se muestra tajante: «La participación de los padres es fundamental, porque los chicos reciben mucha información errónea de Internet, revistas juveniles o de sus propios amigos y puede suponer un riesgo». Es ahí donde cojea el sistema educativo, excesivamente focalizado en los jóvenes sin contar con la aportación de las familias. «Sería muy interesante trabajar también con los padres para mejorar la comunicación», concluye la experta
