Cómo enseñar a los niños a ser buenos vecinos

 

 

Un barrio de todos es un proyecto multicultural para fomentar la convivencia del vecindario en todas sus facetas y por segundo año consecutivo se pone en marcha en Algeciras. Estas tres ludotecas han estado ubicadas en en la zona del Mercado de Abastos Ingeniero Torroja, otra en la barriada de los Toreros y la tercera en la barriada de Cortijo de Vides y han estado abiertas desde el 4 de julio hasta el 31 de agosto.

Desde Un barrio de todos se explica que es fundamental el trabajo con los más pequeños, de todos es sabido que la actividad lúdica durante la infancia favorece la autonomía, la confianza y la autoestima, y se convierte en una herramienta educativa primordial.

“El fomento de la pertenencia al barrio ha sido una constante en el programa educativo de las ludotecas. Así pues, el juego ha sido muy útil para tratar temas como el medio ambiente urbano, el apego a lo público, la educación en valores, el respeto a los compañeros y la importancia de convivir reconociendo la diversidad y la igualdad. Todo ello empleando materiales reciclados, música, canciones o visitas guiadas por la barriada. Los niños responden muy bien a la oportunidad de expresión que se les brinda, son muy activos y un ejemplo de espontaneidad y creatividad. Ellos también son vecinos y tienen una opinión bien formada sobre como les gusta que sea su barrio y su ciudad”, asegura la dirección del proyecto.

La puesta en marcha  de este programa  también tiene como objetivo que los adultos aprendan de los niños.  Y es que la dirección de Un barrio de todos entiende que los niños nos enseñan que nuestras barriadas tienen que mejorar ante las evidentes dificultades que existen para jugar al aire libre, fundamentalmente por temor, los espacios insuficientes, o la falta de equipamiento en los parques y plazoletas públicas de sus barriadas.

El estado de mantenimiento y conservación, así como el cuidado que se presta al equipamiento público infantil es una muestra ineludible de nuestra propia salud como vecinos. Un parque arruinado con su mobiliario urbano en malas condiciones, sin plantas y llenos de heces de perro es un legado poco esperanzador y educativo. En tal sentido, desde las ludotecas de Un barrio de todos también se ha buscado la implicación de los padres y madres de los niños, ellos son los máximos valedores y defensores de sus derechos ante la necesidad de una mayor responsabilidad de todos los ciudadanos.

Para la dirección del proyecto, el balance que se hace de las tres ludotecas es claro, es necesario no escatimar, por parte de todos, ningún esfuerzo que suponga un mayor avance en la conciencia social. Experiencias de este tipo son esenciales para la salud y bienestar de nuestros niños, el desarrollo de la personalidad, el aprendizaje e interiorización de habilidades sociales, para favorecer sus relaciones positivas, la asimilación de normas colectivas, la ruptura de estereotipos, y el respeto a la diversidad entendida en el sentido amplio. Pensar desde la infancia es entender la ciudad de otra manera y la infancia es la mejor forma de contribuir a la riqueza en nuestras barriadas.

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