Efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos y un técnico municipal comenzaron ayer tarde la aplicación de veneno sobre la higuera que ha enraizado entre los sillares de la cornisa de la torre de La Palma. El alcalde, José Ignacio Landaluce, y la teniente de alcalde delegada de Cultura, Pilar Pintor, supervisaron el desarrollo de esta primera fase de los trabajos que proseguirán dentro de quince días, cuando se haya secado el vegetal, con su retirada y posterior relleno con mortero del hueco existente.
En la actuación colaboran las delegaciones de Patrimonio Histórico, Cultura y Parques y Jardines, al objeto de proteger uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC). Los trabajos se han realizado a una altura de 28 metros y han consistido en el envenenamiento del arbusto mediante su riego con abundante cantidad de Tordon-101, producto indicado para este tipo de casos.
La responsable de Cultura del Consistorio ha destacado “la rápida actuación del nuevo equipo de gobierno municipal, en cuanto hemos tenido conocimiento de la situación”. Pilar Pintor considera que “mediante estos trabajos prevenimos un daño mayor en el inmueble”.