Reem

IAM/Editorial Pocas veces la vida muestra de una manera tan visual la miseria humana de la que todos somos cómplices. No se vaya, lea, no es un “tostón”,  sabemos lo que vale su tiempo, nos llamamos “alminuto”.eso sí, punto com, el original, no el Fake. 

 Las lágrimas de la niña que ve en la imagen son fruto del crepitar de sus sueños, de tomar conciencia de que su lugar en el mundo está abajo, muy abajo. La imagen nace de la colisión en directo de dos mundos, el primero que trata de adelgazar y el tercero, que trata de alimentarse.

Nada menos que Merkel  (en representación del primer mundo) le dice a Reem (Líbano) y en directo que “que nones, que se queda en un campo de refugiados en el Líbano, que no hay comida para tantos por aquí, que se joda…”Ella rompe a llorar de manera desconsolada, es demasiado inteligente y entendió que las bonitas palabras de Merkel lanzaban el mensaje que acaba de leer “entrecomillado”.

 “Es muy duro ver que otras personas pueden disfrutar de sus vidas y tú no puedes hacerlo con ellas”, sentenció la pequeña Reem frente a Merkel en relación a los estudios que debía abandonar.Nada más de su tiempo amable lector, espero que al menos piense un minuto en lo que significa todo esto y el precio de nuestra indiferencia. El trabajo es con nuestra cociencia.

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