Este Plan Integral fue aprobado el viernes, 16 de noviembre, primer día de la campaña electoral de las elecciones andaluzas. El poder del Estado y del Gobierno del PSOE ha querido intervenir de forma grosera y mentirosa en la abstención electoral de los campogibraltareños por el abandono al que está sometida esta Comarca en favor de otras del Estado español. Nos siguen tomando por tontos. De nosotros depende que lo seamos o no. Y que nos creamos esa lotería prometida de 1.000 millones para el Campo de Gibraltar
Las promesas las de siempre: Un plan extraordinario de empleo, infraestructuras por 810 millones de euros, tres nuevos juzgados, doce plazas de fiscales especializados en narcotráfico y corrupción con los funcionarios de apoyo correspondiente y refuerzos en la policía nacional y guardia civil. El Plan de empleo está integrado en uno más general para Andalucía, enfocado a la formación profesional en temas como el Digital y el Internet. Y la creación de una nueva zona franca en Los Barrios, que ya estaba firmado con el Ayuntamiento en la zona de El Fresno. Muy bonito, pero solo un programa electoral, que ya estaba en las exigencias históricas y demandas antiguas de la Comarca y, además, consensuado por todos los alcaldes en la Mancomunidad de municipios del Campo de Gibraltar.
Este claro mensaje electoralista con promesas electorales de cara al voto del 2-D, olvida totalmente las necesidades y peculiaridades de la ciudad de La Línea. No está entre las prioridades de este Gobierno. Pero tampoco en unas posibles y necesarias actuaciones socio-laborales. Pero lo más grave es su dependencia de la aprobación de las cuentas del Estado para el 2019, y si no fuera posible, según informa el ministro Grande Marlaska, se materializaría por otras vías de financiación. ¿Cuáles? No se dicen, se informará más adelante. Ya está bien de instrumentalizar un Plan tan necesario para esta Comarca para hacer campaña electoral. No sé qué opinará de esto la Junta Electoral de Zona, aunque mucho me temo que ni se pronunciará sobre esta propaganda electoral.
Me he acordado escribiendo sobre todo esto, que hay una fábula, en latín, que dice: “Parturient montes, nascetur ridiculus mus” (“parieron los montes; nació un ridículo ratón”). También el alavés Félix María de Samaniego en el siglo XVIII volvió a retomar esta fábula de Esopo con estos clarificadores versos: “Hay autores que en voces misteriosas/ estilo fanfarrón y campanudo/ nos anuncian ideas portentosas;/ pero suele a menudo/ ser el gran parto de su pensamiento,/ después de tanto ruido sólo viento”. No digo más lo dijeron mejor ellos.
