Lunes, 15 de abril.
Tempus Fugit
María Eugenia Manzano
Jugamos al escondite y yo me refugio debajo del fuerte que he construido con dos sillas y la manta. Inventamos una guerra donde los macarrones ganan y firman la paz mundial con el puré de verduras. Te aplasto porque aún ignoro el significado del peso y dejo caer mi cuerpo encima de tu barriga.
Luego me meteré en tu cama.
A las tres de la mañana te despertaré a patadas y tú volverás a dormir, sin intuir que en pocos años lo que te quitará el sueño será imaginarme perdido en medio de la madrugada. Que me sentaré a tu lado, mamá, pero tan lejos que querrás que vuelva a mancharte con mis manos pegajosas, a besarte con la boca sucia y que grite al abrir la puerta ¡mamá! cuando no tenga ya qué contarte y crea que me lo sé todo.
Ahora vamos a jugar, mamá, que se hace tarde.
A mi hijo Manuel, Tempus Fugit, en su 18 cumpleaños.
Nunca dejes de abrazarme. Yo estaré aquí para ti.
Te admiro, te bendigo y te quiero.
