Los ponentes fueron Miguel Paneque, Director de la Agencia Pública Puertos de Andalucía, y Jorge Ramos Aznar, Delegado especial del Consorcio Zona Franca de Cádiz, que calificaron el Campo de Gibraltar como la plataforma logística del sur de España y Europa por su situación geoestratégica al servicio de la ruta del comercio mundial este-oeste y las rutas emergentes norte-sur.Sin embargo, obviaron lo más importante, que ese impulso económico no será posible si no se completa la red de infraestructuras ferroviarias de los Corredores Atlántico y Mediterráneo, sobre todo la línea Madrid-Algeciras a través de Bobadilla, que tiene paralizada el PP por falta de compromiso e inversiones con Andalucía. No lo digo yo, lo dice el Ministerio de Fomento a través de sus portavoces: El Corredor Central, por ahora, no pasará de Madrid.Por tanto, cómo vamos a capturar más tráficos del Estrecho o de Europa, si no resolvemos previamente el tema de las comunicaciones terrestres, vía carretera o ferrocarril. Hasta la Dirección General de Transportes y Movilidad de la Unión Europea le ha recordado al Gobierno de Rajoy que España cuenta con dos corredores que cruzan el país, cuya construcción es prioritaria, y que ambos terminan en Algeciras.El objetivo del proyecto europeo “Conectar Europa” es invertir en infraestructuras para generar crecimiento y empleo a corto plazo y, a la larga, mejorar la calidad y seguridad del transporte sostenible con una Red Básica de Transportes que incluye los dos corredores señalados. Todo esto forma parte de la legislación europea aprobada por el Parlamento el pasado año, y que todos los países están obligados a implementar.Solo tenemos hasta el 26 de febrero de 2015 para presentar el proyecto Algeciras-Bobadilla. Una vez validado y refrendado este proyecto por la Comisión recibiría la cofinanciación europea del 40%, pero qué pasa con el 60% restante. Hasta esa fecha tope indicada se validarían los proyectos a ejecutar antes del 2020, si no habría que esperar al 2030.No entiendo como el Gobierno de la Nación, su Ministerio de Fomento y la Dirección General de Puertos del Estado niegan la realidad del primer Puerto del Mediterráneo y el quinto de Europa, impidiendo su desarrollo portuario y la conectividad de la Comarca, lo que facilitaría el crecimiento y el empleo en una zona todavía muy deprimida como el Campo de Gibraltar con un 35% de paro.