IAM/ALJ Que diferente hubiera sido la historia de las mujeres si no hubiese sido escrita por hombres. Conmemoramos un nuevo Día Internacional de la Mujer trabajadora, y no podemos olvidar que la mujer sigue en nuestro país a la cabeza en cuanto al número de trabajos temporales, mal remunerados y con más riesgo para la salud y la seguridad o que 7 de cada 10 personas pobres son mujeres. Pero a mí de todas estas estadísticas lo que me pone enfermo es que una de cada tres mujeres del mundo siga sufriendo violencia machista. Esta es una epidemia de efectos devastadores que ataca a la mitad de la población mundial.En mi reflexión de hoy, más que un artículo, me planteo tres preguntas y sus respectivas respuestas para que a ellas cada uno añada su reflexión o lo que crea conveniente sobre este tema.Estas son las preguntas: Una. ¿Cómo acabar de una vez por todas con la violencia contra las mujeres? Dos. ¿Qué medidas deberíamos haber tomado ya? Y tres. ¿Qué es lo que está funcionando bien?Estas son mis respuestas:Uno. Existe más violencia contra las mujeres donde ésta es aceptada con normalidad. La violencia nunca puede ser aceptada con normalidad. La visibilización de la violencia es crucial. Los medios de comunicación tienen un gran papel que hacer, porque pueden salvar vidas. Necesitamos promover la igualdad entre niños y niñas, hombres y mujeres, y necesitamos transformar corazones y cabezas para asegurar respeto mutuo, relaciones sanas y tolerancia cero para cualquier forma de abuso. La violencia contra las mujeres es una violación de los derechos humanos, un delito y una barrera para el crecimiento y el bienestar de los seres humanos. Sin olvidarnos que hay que destinar dinero a la capacitación de las instituciones en los sectores de la educación, la salud, la justicia y la policía.Dos. En España hemos retrocedido al eliminar el Gobierno del PP la asignatura de Educación para la Ciudadanía, la única asignatura que incidía en la igualdad, y por otra parte desde el ministerio de Educación se bendicen los colegios con segregación de sexos. Pero no hay mal que cien años dure. Lo que si tengo muy claro y espero que lo haga PODEMOS es poner el dinero donde ponemos nuestras palabras: en salud, justicia y educación.Tres. En España con gobiernos socialistas se ha trabajado en las causas y se ha conseguido que un 82% de las mujeres consigan escapar de la violencia de género, y las muertes han disminuido un 33% en cinco años. España aunque tenga sus problemas, tiene un marco jurídico y un presupuesto para salud y educación, aunque ahora sea menor. La violencia se puede prevenir a través de la investigación. Y con la promoción en colegios e institutos de programas de igualdad de género, así como liderar desde las instituciones todo tipo de esfuerzos para construir normas igualitarias que promuevan una masculinidad no violenta. Hay que hacer entender a nuestros jóvenes que el valiente no es violento. Esta debería ser nuestra tarea y nuestra lucha.