TCAM/REDACCION
En una semana preñada del 14-N, que no es ni más ni menos que la fecha ya histórica de una huelga general, la novena en democracia y la segunda en poco más de un años al Gobierno de Rajoy, un record muy difícil de superar, y ojalá que este record no se supere ya que supondría el “apaga y vámonos”, la NOTICIA con mayúsculas es la huelga general en todas y cada una de sus vertientes o aristas que no son pocas, ya que el protagonismo positivo y el otro está muy repartido suponiendo la cara y la cruz de la misma moneda. Una jornada de huelga general que con independencia de la absurda y mal intencionada guerra de cifras en cuanto a su resultados del 14N, y sin olvidarnos tampoco del sesgada y partidista tratamiento dado a la huelga por no pocos medios informativos arrimando el ascua a su sardina o línea editorial de claras tendencias políticas, el protagonismo comienza por los sindicatos y asociaciones convocantes de la huelga general, y sigue al mismo nivel por los ciudadanos que por propia iniciativa hicieron huelga, sin obviar a los que se vieron forzados a ella por los mal llamados piquetes de información que todo hay que decirlo. Protagonistas asimismo por su nada fácil tarea las fuerzas del orden, que cumplieron con muchas más luces aunque tampoco faltaron las sombras, que se dieron por la respuesta en algunos casos desproporcionada los auténticos protagonistas negativos que fueron los alborotadores que rompieron la baraja en una jornada en la que la gran triunfadora fue la DEMOCRACIA, también en letras mayúsculas.