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Partiendo del respeto y admiración que se merece el mundo cofrade en general y todas y cada una de sus Hermandades y Cofradías de Algeciras, la de Nuestro Padre Jesús Cautivo de Medinaceli, y María Santísima de la Esperanza es punto y aparte en cuanto al fervor de este pueblo en su Semana Santaen función de que su titular es EL SEÑOR DE ALGECIRAS, y de ahí que el Martes Santo el día más esperado del año para miles y miles de algecireños devotos del ¡¡¡ El Medinaceli !!!. Martes Santo que amaneció amenazando lluvia y que nos puso el corazón en un puño temiéndonos lo peor. Pero el Señor de Algeciras tiró para adelante y se asomaba a la plazoleta de San Isidro como es costumbre llena hasta la bandera, entre vítores, saetas y lágrimas de sus devotos que llenaban asimismo las calles adyacentes, hasta donde la mirada permitía atisbar la capilla.. Una estampa habitual en la espera del SEÑOR DE ALGECIRAS: la gente probando una calle, después otra, formulando estrategias urbanas para poder ver al Cristo cerca de su templo. Y es que el Medinaceli es mucho en Algeciras. Se encuentran amigos que hacía que no se saludaban, quizá desde la procesión anterior. No es fácil desde la emoción y el describir lo que siente uno ante el reencuentro tan esperado y deseado con el SEÑOR DE ALGECIRAS al que seguía como cada Martes Santo una marea silenciosa de algecireños cumpliendo sus promesas al Medinaceli en una edición aumentada y corregida de las anteriores.