TCAM/OPINION En estos días de recuerdo solemne a los que faltan, flores, visitas, recuerdos e incluso lágrimas se contrapone la festividad de Haloween que se podría definir algo así como el culto a la parodia de la muerte en su versión divertida, es decir, disfraces de terror y fiestas al puro estilo botellón, copas en los bares y miradas indiscretas. La pregunta es obvia, ¿qué prefiere usted la versión tradiconal de Tosantos o la “novedad” con más fuerza cada día de haloween?