Lo importante, por sus nocivas consecuencias, es que para obtener el título que acredita haber realizado y aprobado las enseñanzas cursadas en esos estudios, deben haber aprobado esos exámenes. Entronca esta iniciativa con el más puto estilo fascista, porque con las reválidas el Estado totalitario controlaba los productos ideológicos sembrados por el sistema educativo. Los políticos neoliberales no se fían del sacrosanto Mercado y pretenden con estas pruebas selectivas filtrar la cada vez más escasa oportunidad de empleo. Madres y Padres de alumnas y alumnos se encontrarán con una “inquietud” más, que se añade a la larga lista de preocupaciones que conlleva otear un horizonte muy, pero que muy negro, para el futuro laboral de sus hijas e hijos. Como bien dice una madre: – ¡Con la que está cayendo!, y le ponen a nuestros hijos otro obstáculo, por cierto nada de pequeño. A la gente joven todo se le vuelve espinas en su cada vez más incierto caminar hacia el mundo adulto. Una especie de rito iniciático que marcará su entrada en el mundo de los “mayores” y que supondrá tensiones por lo incierto del envite. ¿Cómo es posible que el propio Estado dude de la calidad de la educación que debe garantizar? La infancia y la juventud asisten a clases en los centros educativos una enorme cantidad de horas. Sólo entre la Educación Infantil y Primaria casi 8000. En Secundaria algo más de 4000 y en bachillerato algo más de 2000.
En total más de 14000 si hace bachillerato. Si después de este largo periodo formativo y aprobadas las asignaturas no se encuentra el alumnado en condiciones de aprobar la “revalida” ¿Para qué tanto tiempo, esfuerzo y dinero? ¿Es que la supervisión educativa sirve para algo? ¿Qué valora le da el Estado a la evaluación -acto administrativo- realizado por el profesorado, reconocido ante jueces como autoridad pública? La lógica perversa de estas “re-validas” llevaría a discutir hasta las multas de tráfico –acto administrativo- realizado por la autoridad competente. En la época de Franco se impusieron las Revalidas, dos, en 4ºy 6º del bachillerato que se comenzaba a estudiar con 10 años. Por más que se pretenda justificar este filtro selectivo en nada mejorará los procesos de enseñanza aprendizaje del alumnado sino que acabará orientando todo el desarrollo de los mismos al único y simple objetivo de pasar los exámenes de las “reválidas” y afianzará los aprendizajes memorísticos. Un gran salto atrás en esto de la Mejora de la Calidad Educativa. Tiene sentido, y mucho, la objeción de padres, madres y alumnado para no realizarlas. Fdo Rafael Fenoy Rico