Son individuos que en su calidad de ciudadanos de segunda, ya que no son ni ingleses ni españoles sino súbditos de su Graciosa Majestad Isabel II de Inglaterra sufren un complejo de inferioridad, agravado cuando tienen que hacer cola durante horas para salir de la “jaula” de Gibraltar para disfrutar de lo que les ofrece la odiada España.
Y entre los muchos calificativos descalificativos que se merecen, y haciéndoles un favor me quedo con decirles que son unos chuflas.Este inicio suave para lo que se merecen va dirigido al grupo radical de la Roca que edita sus ideas en el denominado ‘Mensajero de Gibraltar’ y que ha buzoneado su última entrega en infinidad de casas de La Línea, que instan a hundir los barcos españoles que entren en ‘sus’ aguas, y solicitan la creación de un “escuadrón especial, de fuerza, voluntario” para enfrentarse a las embarcaciones españolas que invadan los que entiende como sus aguas. Este colectivo no sólo arremete contra el gobierno de Madrid, sino también contra el del Reino Unido, que considera que colabora con el de Mariano Rajoy por su “inacción deliberada”.
Con una traducción del inglés bastante chusca, este grupo sostiene que “las incursiones dentro de aguas territoriales británicas gibraltareñas por españoles son bajo el derecho internacional marítimo un acto de guerra y hay que tratarlas como actos de guerra, pero el Reino Unido sólo menea el dedo y se queja a Madrid, que se ríe de sus palabras por la falta de acción, lo que sólo alienta a España a escalar en la guerra”. La aberración llega a tal extremo que en uno de los párrafos el grupo sostiene que es necesario que el Ejército de España y la Guardia Civil sepan que “la próxima vez [que entren en dichas aguas] serán disparados y, si es necesario, detenido o hundido”.”El tiempo de hablar ha pasado de largo. Un barco escuadrón especial debe ser creado y armado con armamento adecuado, suficiente para disuadir cualquier otra incursión”. “Fuerza es la única cosa que Madrid entiende, de lo contrario no lo estaría usando contra Gibraltar. Esperemos que la amenaza sea suficiente para disuadirles, sin que haya ninguna pérdida de vida”, se atreven a afirmar los responsables de la publicación. “Si el Reino Unido no está dispuesto a defender las aguas territoriales británicas de Gibraltar entonces el pueblo gibraltareño debe hacerlo por sí mismo”, abunda. “El tiempo de hablar ha pasado de largo. Un barco escuadrón especial debe ser creado y armado con armamento adecuado, suficiente para disuadir cualquier otra incursión”.