El que se pica…Por Antonio Rodríguez: Ea,ea,ea, Fapacsa se mosquea

IAM/AR La federación de participación ciudadana Fapacsa representada no por su primer “espada”,  Juan de Dios Regordan, sino por el segundo de a bordo, su secretario, Luís Martin, ha mostrado su mosqueo ( suspicacia, desconfianza, resentimiento, sospecha, recelo, cabreo e indignación  son algunos de sus sinónimos), con el gobierno municipal que preside Landaluce al que acusa concretamente de estar “dándole coba “(entreteniéndonos y mintiéndonos)y sin hacerles caso con relación al tan traído y llevado tema del “catastrazo” del que fuera padre de la criatura el peor alcalde de Algeciras que se recuerda, Tomás Herrera que pese a todo ahí sigue sin solución y si tan siquiera alivio.

 

Luís Martín que lo mismo en su larga etapa como empresario que en su trayectoria como dirigente vecinbal, ha demostrado que circrula mejor y más cómodo por la acera derecha que por la izquierda, y sirvan como referentes su postura con relación al tema de los colectores y sus encontronazos con otros dirigentes vecinales por sus posicionamientos mas cercanos al gobierno del PP que al movimiento vecinún su secretario.Y Luís Martín que “se ha cansado de esperar”, y que explicaba que pese a las quejas reiteradas a través de los medios de comunicación con notas de prensa para solicitar una nueva ponencia de valores acorde a la situación actual del mercado inmobiliario, parece que nada hace cambiar la situación en torno al temido catastrazo y esta semana prevén reunir a los medios para esgrimir sus razones y poner sobre la mesa las críticas sobre las actuaciones que el Ayuntamiento de Algeciras está llevando a cabo. Adelantó Martín que están muy “disgustados” sobre cómo se está llevando a cabo el tema. Recordar que el pasado febrero el equipo de gobierno municipal anunció que había solicitado al ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas una actualización de los valores catastrales de Algeciras, una medida que persigue una rebaja de éstos de cara a 2015 y su consecuente efecto en el recibo del IBI, beneficioso para el bolsillo de los ciudadanos. La Dirección General del Catastro es la que plantea qué coeficiente corrector se aplica. Martín, sin embargo, sostuvo que el Ayuntamiento “nos está entreteniendo y no nos dice la verdad”.

 

De hecho el secretario de Fapacsa explicó al respecto que se les dijo que se haría una revisión individual valorándose por un lado el suelo y por otro los inmuebles, pero “se están haciendo a la vez”. Argumentó que el suelo, por ejemplo, sufrió una subida del 300% y actualmente en la bajada del valor está un 60% más bajo, mientras que en cuanto a edificios en una caída del 40% aproximadamente. Desde Fapacsa se subrayó que no piensan conformarse y van a trabajar para que se resuelva la aplicación de una revisión conjunta, de hecho apuntó Martín que ya en mayo tuvieron una cita pero aún así no salieron tampoco de acuerdo.

 

 La última vez que Fapacsa se pronunció al respecto fue el pasado mes de mayo y recordó el compromiso municipal de la convocatoria del pleno municipal anunciado el pasado 2013 y previsto para enero de 2014. Se sostuvo que en él se deben fijar los criterios para establecer los nuevos valores catastrales y de suelo que se aplicarán a partir de 2015. El gobierno local comunicó en septiembre del año pasado que no impulsaría una nueva ponencia de valores catastrales en el municipio, sino que lo que haría sería solicitar una actualización de éstos.

 

El artículo 32 de la Ley del Catastro Inmobiliario es el que contempla esta figura. De hecho también ha sido una postura criticada por parte de Fapacsa, que solicitó al gobierno local que se realizara una nueva, no una actualización de la misma. Para la federación supondrá, según entiende, una reducción del recibo menor a la exigible habida cuenta de lo que subió en la última revisión, la que está en vigor. Un cambio de postutra de Fapacsa que es de gradecer por lo que supone de aceramiento a los  intereses de los algecireños y de toma de distancia del gobierno del PP, pero que en otros dirigentes vecinales nos afirman que genera desconfianza o mosqueo, ya que “la cabra tira al monte” 

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