IAM/Editorial La victoria de Landaluce en Algeciras no sólo es inapelable, sino que multiplica su valor al tener la marca PP y ser la única mayoría absoluta de los populares en una gran ciudad. El pueblo ha hablado y sentenciado. Los coletazos tras las elecciones de que Algeciras sea líder de abstención o votos dobles no deben enturbiar ni un ápice su victoria.Foto Alejandro Rodríguez
Otra cosa es informar de hechos objetivos y constatables.
Hemos asistido incrédulos al “linchamiento” por parte de medio, a un líder que no logró representación. Vomitar temas personales es absurdo y no llegamos a entender “el beneficio” del ventilador.
El respeto se está perdiendo en este pueblo y eso no sólo es grave, sino que nos define como sociedad. Un poco de “por favor”, por favor.
Que José María España se equivocó es evidente, que se “partió” la cara por su partido está constatado.
No ha lugar sangre, eso sólo descalifica a quien empuña el cuchillo. Muchos son los temas a valorar tras el 24 M, Mancomunidad, Tarifa, La Línea, Los Barrios, Diputación…
La nueva hornada de votos abre un nuevo panorama político y el diálogo es la moneda de cambio. Ya vemos a nivel nacional como el pacto PP-PSOE es una opción para uno de ellos…..mucha legislatura por delante.
El Psoe no supo o no pudo, pero su fracaso viene evidenciado por la mayoría absoluta de su rival, única en España. Una derrota en todas las líneas.
Hay incluso incógnitas, como Algeciras Sí se puede, ¿qué tipo de oposición realizará? ¿Qué capacidad posee?
Sobre Izquierda Unida se abre un abismo y Ciudadanos se quedó a 23 votos en Algeciras de ser bisagra, su no campaña tiene toda la culpa.
Aprender y avanzar, respetar y luchar por las ideas de cada uno. Aprender a desaprender los sofismos del pasado para buscar un futuro donde debemos caber todos.