C.N.P.

Año y medio de contacto directo con distintos grupos me han hecho cambiar el concepto, un tanto estereotipado, que tenía de esta institución.La de Algeciras es una de esas plantillas consideradas “de paso”, formada en gran parte por hombres y mujeres de distintas provincias de Andalucía, y de España, que prestan servicio durante unos años en nuestra ciudad para acabar volviendo a sus ciudades de origen. Esto, que a priori podría considerarse un inconveniente, tiene una vertiente positiva: una plantilla compuesta por gente joven con una motivación y una vocación de servicio que rompe por completo con la idea de funcionariado apático que mucha gente tiene.El resto de la plantilla está compuesta por agentes algecireños, de nacimiento o de adopción, que llevan años trabajando en su ciudad y que transmiten su experiencia policial a los compañeros y compañeras que van llegando. Esta falta de personal originada por el continuo ir y venir de su funcionariado, tiene como contrapunto la iniciativa y las ganas de trabajar de los y las agentes que están actualmente a nuestro servicio.Siento una especial simpatía por los grupos uniformados, encargados de acudir a los servicios de urgencia y de prestar la atención más inmediata y directa. La sala del 091, la O.D.A.C. (Oficina de Denuncias y Atención al Ciudadano) y los distintos servicios de seguridad ciudadana que atienden los requerimientos urgentes de la ciudadanía y previenen la comisión del delito. Siempre he pensado que no necesito que nadie me vigile, pero con la madurez llegué a la conclusión de que sí necesito que me protejan. Conociendo cómo trabajan los hombres y mujeres que velan por nuestra seguridad, siento cierta satisfacción cada vez que me cruzo con uno de esos vehículos policiales de color azul marino. Me gusta sentirlos cerca. Porque su trabajo no es sólo “perseguir al ladrón”, otro de motivos que les hace sentir orgullo por su profesión es atender el importante porcentaje de llamadas al 091 y requerimientos en la vía pública por motivos humanitarios.Pero si algo me sorprendió especialmente fue la forma de concebir el trabajo policial que tienen algunos grupos que, por la labor que desempeñan, requieren una especial sensibilidad por parte de las personas que lo componen. Un claro ejemplo de ello son el Servicio de Atención a la Familia (S.A.F.) y la Unidad de Prevención, Protección y Asistencia a la Víctima de violencia de género (U.P.A.P). El primero es el encargado de tomar las denuncias, investigar los delitos y detener a los autores de violencia machista y doméstica. El segundo tiene la misión de acompañar y realizar un seguimiento a posteriori de las mujeres que han sido víctimas de violencia de género y que corren el riesgo de volver a serlo. Su capacidad para empatizar con la víctima se evidencia en el trato que ofrecen a sus usuarias, donde sus agentes no ofrecen sólo un servicio policial sino, por las circunstancias del servicio, una asistencia social e incluso psicológica.El S.A.F. de Algeciras es, además, un grupo pionero en la forma de tratar los delitos de violencia machista, investigando cada denuncia y actuando contra los casos de denuncias falsas, que se dan, según sus responsables, en un porcentaje muy reducido pero que hacen mucho daño a las verdaderas víctimas y a los hombres denunciados injustamente.Fue precisamente el S.A.F. el grupo encargado de organizar en la Comisaría del Rinconcillo una campaña de recogida de ropa y accesorios de bebé para una víctima de violencia de género con escasos recursos económicos que dio a luz, el pasado mes de enero, a una preciosa criaturita.Mi último descubrimiento fue el Centro de Internamiento para Extranjeros, un lugar donde son recluidas muchas personas que no han cometido otro delito que venir a este país a buscar un sustento para sus familias. La dirección y el personal del C.I.E. de Algeciras parece saberlo, y trata de hacer lo más llevadero posible su internamiento. En breve lanzarán una campaña de recogida de libros en distintos idiomas a fin de crear una biblioteca para sus internos e internas. Yo ya he preparado mi aportación en forma de varios volúmenes en portugués a los que tengo cierto cariño pero que estoy dispuesto a sacrificar por una causa justa.

Sr. Gilmore

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *