2012, un año cargado de incertidumbres y esperanzas obligadas

Firmado: Rafael FenoySecretario comunicación CGT

Terminamos en 2011 con  realidades que apesadumbran y que presagian pocas cosas buenas. Por nuestra parte barruntamos  algo del futuro que  aporte algo de ilusión en esta entrada de año. En este 2012 tendremos mucha salud, en general, y ello será triplemente positivo, porque, en primer lugar,  tendremos energía suficiente para hacer más y mejor aquello necesario para ir saliendo de la crisis. En segundo lugar utilizaremos menos los servicios sanitarios y sobre todo farmacéuticos, con lo cual el “Copago” no tendrá mucho sentido establecerlo y de hacerlo tampoco tendrá sentido el aplicarlo. Pero hay más, ya que al tener mucha salud, pocas personas tendremos que dedicarnos a cuidar de quienes caen enfermos y ello redundará en una mayor cantidad de energía para contribuir a resolver los múltiples problemas que nos aquejan. En tercer lugar,  el tener salud nos permite compararnos con aquellos que tienen mucho dinero pero quebradiza la suya. Eso de sentirse sano ¡que bueno es!. Ya se sabe que el dinero no garantiza la salud  y que cuando esta no existe, ni todo el oro del mundo nos permite recobrar el sentido del bienestar que un cuerpo saludable tiene.  La salud nos consuela cuando ni la pedrea ha sido compasiva con nosotros y cuando tanta falta nos hacía un premio por pequeño que fuese. Nos deseamos mucha salud además cuando brindamos en reuniones de amigos, conocidos, compañeros  y familiares. Ese brindis es un viejo conjuro para que el mal se aleje de nuestras vidas haciendo posible que  transcurran por caminos de felicidad. También en 2012 por fin conoceremos algo más de las finanzas de la casa real. Después de 30 años de gastos opacos, comenzaremos en este país a saber como se gasta, aunque sea de manera muy sucinta y en grades apartados, los dineros de todas y todos que maneja la casa real. También veremos en que queda la imputación del yerno del Rey y del necesario conocimiento de sus negocios por parte de la familia real. Asombra oír al monarca en su mensaje de navidad que “toda actuación censurable debe ser juzgada y sancionada con respecto a la ley. La justicia es igual para todos”, aunque analizando  el mensaje podemos concretar que el monarca es perfectamente consciente de que él y sólo él está más allá de la ley precisamente por su inviolabilidad reconocida en la constitución. Puede ser un buen año este 2012 para cambiar la carta magna y renovar conceptos caducos relacionados con la corona y con la actividad parlamentaria. En el 2012 asistiremos a los grandes recortes en las cuentas del estado y de las administraciones públicas para, según dicen,  equilibrar las cuentas públicas.  No es muy probable que con ello se active la maltrecha economía española, pero al menos nos quedara el consuelo de que los políticos gastaran menos de lo que en estos últimos años han venido gastando. Cierta incertidumbre se observa en el devenir, que durante este próximo año pueda experimentar el partido perdedor de las elecciones generales. Termina el 2011 con la puesta en escena de  ¡a la búsqueda del arca perdida!, donde sin duda se encuentra encerrado el gran liderazgo que todo gran partido necesita. La enorme dificultad la representa el hecho de que no es un partido en sí, sino un conglomerado de ellos. Precisamente se conoce el auto postulamiento de Rubalcaba, el “sprinter” que llevó al fracaso al PSOE,  y se barajan  otros  nombres de posibles candidatos para la secretaría general precisamente  asociados al PSOE y  líderes de partidos nacionalistas, como el PSC o el PSV. Ni Carma Chacón, ni Pachí López podría trasmitir a la ciudadanía española un mensaje inequívoco de que sus políticas sólo miran por el interés general y no el de sus partidos territoriales. Un congreso en Sevilla  a semanas vista de las elecciones andaluzas tendrá sin duda un efecto en el proceso electoral. De que sus efectos sean positivos o negativos para las expectativas del PSOE en Andalucía depende del resultado esencial del mismo que no es otro que la elección de la persona que asuma la secretaría general.  Precisamente es posible pronosticar que la mayor intensidad en la política de recortes se producirá a partir del mes de abril, una vez resueltas las elecciones andaluzas, último bastión del PSOE que parece pender de un hilo y bastante fino.Los sindicatos y los partidos políticos parlamentarios dejaran de recibir dineros públicos, lo que no es posible concretar la dimensión de la reducción de ese gasto. La Iglesia seguirá recibiendo sin más problemas y un conjunto de ONGs. verán reducidas las ayudas que venían recibiendo, sobre todo las que desarrollan actividad más allá de nuestras fronteras. Las personas que trabajan para las administraciones públicas verán sus sueldos en el mejor de los casos congelados y, en el peor, podados. Las infraestructuras de gran calado tendrán que esperar y el arreglo de vías de comunicación experimentará un parón casi en seco. Si al final de este 2012 que comienza con una mezcla de temor, esperanza e incertidumbre, se reduce el desempleo de forma significativa, buena parte de la ciudadanía valorará  como positivo el sacrificio al que se nos lleva. Si por el contrario después de este amargo tránsito hacia la penuria y las estrecheces nos encontramos con algo más de 5 millones de personas en paro la convicción del fracaso será abrumadora.

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