Nuestra producción teatral de Yerma es una lectura de ese Lorca femenino y feminista que, adelantado a su tiempo, se atrevió a poner sobre la mesa, sobre el papel para después ser puestas sobre las tablas, reivindicaciones tan importantes y atemporales acerca de la situación de la mujer como son el matrimonio, la maternidad, el decoro o el qué dirán, describe el director de Tiflonuba.
Teo Domínguez eligió Yerma para Tiflonuba porque considera que era el mejor vehículo que podía utilizar para adentrarse en la tradición andaluza con el teatro más clásico que también es moderno, porque a Federico García Lorca, subraya, no se le puede etiquetar en un tipo único de teatro, matiza.
Creo que ha sido el dramaturgo más vanguardista, el que mejor ha sabido estudiar y recorrer la tragedia griega añade-. Para mí, es un equilibrio impresionante de lo popular y lo culto, de lo clásico y de lo moderno. De ahí que se haya propuesto como meta que Tiflonuba interprete esa obra para que la gente lo sienta y lo viva, porque para nosotros el teatro es el arte de emocionar.
Tiflonuba, que es miembro de la Asociación Cultural de Personas Ciegas y con Discapacidad Visual Grave de Andalucía, está integrada por 10 actores, la mitad de ellos con discapacidad.
Comenzaron como grupo en 2001 y tras una fase de crecimiento e investigación, en 2013 condensaron todas sus experiencias en una nueva fase de trabajo para conducir la obra teatral hasta ese punto de tensión en el que tan sólo un paso separa el drama de la vida, negando toda concepción al teatro muerto con todos los academicismos evidentes e ir más allá de las formas adquiridas, no cesar en buscar, en renunciar a las posiciones avanzadas, no cultivar un estilo, según explica su director.
Desde entonces han puesto en escena Antígona y Bodas de Sangre, 2.500 años de Antígonas contra Creontes, La vida sigue igual y La eterna herencia.