La figura del guitarrista y músico nacido en la calle San Francisco debe ser un revulsivo social y cultural que contribuya a dinamizar la vida del barrio para sacarlo del estado de abandono y marginación en que está. La Bajadilla es uno de los barrios algecireños que más población tiene, pero también el que menos servicios e infraestructuras públicas posee. Aquí no hay centro de día para las personas mayores, no hay guardería pública, no hay centro cívico con instalaciones para el desarrollo de actividades sociales o culturales ni lugar donde los servicios sociales puedan atender a la población necesitada. No hay instalaciones deportivas ni parques o zonas ajardinadas. Y el colegio público Campo de Gibraltar lleva dese 2011 con un muro sufrió un desprendimiento que las autoridades municipales que aquel año tomaron posesión dijeron que iban a arreglar de inmediato y aún está caído.
CREHAS considera que La Bajadilla necesita con urgencia un plan de inversiones públicas que dote al barrio de todos los servicios necesarios. La última infraestructura pública que se construyó en este barrio de más de 20.000 habitantes es el centro de salud de la avenida La Cañá. Se hizo en los años ochenta y desde entonces lo único que se ha hecho en este barrio son las viviendas de protección oficial en los terrenos de la Huerta Siles. Desde 1999 todos los partidos políticos han venido prometiendo en las distintas campañas electorales que iban a construir un nuevo centro de salud, dado lo pequeño e insuficiente del actual, pero la promesa siempre ha sido incumplida. El edificio actual se está deteriorando a pasos agigantados y no ha recibido ni una manita de pintura en su fachada.
Todas estas necesidades han sido confirmadas por CREHAS durante la experiencia desarrollada en los meses de noviembre y diciembre con los alumnos y alumnas del colegio Campo de Gibraltar, que han hecho la ruta La Bajadilla quiere a Paco y han desarrollado múltiples iniciativas escolares en torno a la vida y la obra del guitarrista. Más de 220 niños y niñas de Tercero a Sexto de Primaria han hecho la ruta y han participado actividades impulsadas por el profesorado y esta asociación. CREHAS ha podido constatar que los vecinos de La Bajadilla sienten que su barrio sigue siendo uno de los más marginados de la ciudad y por eso proponemos este plan de inversiones públicas.
El centro cívico que reivindicamos debe tener una función clara: servir de núcleo desde el que fortalecer la vida social, cultural y económica de La Bajadilla y lugar desde el que poner en marcha nuevos proyectos que beneficien al barrio, con la participación de sus vecinos y de las asociaciones que en él existen. Uno de esos proyectos puede ser consolidar la ruta La Bajadilla quiere a Paco, que recorre los lugares en que pasó su infancia y se formaron el carácter y la sensibilidad artística del genio Paco de Lucía.
También es necesario mantener y mejorar el estado de la casa donde nació, en la calle San Francisco, y negociar con los propietarios de la casa de la calle Barcelona donde Paco pasó toda su infancia y donde aprendió a tocar la guitarra, para montar allí una pequeña casa museo. Sería también necesario señalizar otros lugares relacionados con la vida de Paco de Lucía, como el colegio de don Isidoro o el de las Muñequitas, donde estudiaron Paco y sus hermanos; el lugar donde estaba la corchera de Reyes Benítez, amigo de Antonio Sánchez, padre de Paco, persona que ayudó mucho a la familia; los arcos del antiguo acueducto que viene desde El Cobre y que pasaban por encima del Río Ancho, lugar donde Paco se bañaba de pequeño; o las rotondas de entrada y final de la avenida La Cañá, donde habría que colocar sendas esculturas relativas a Paco de Lucía o el flamenco.
Todas estas iniciativas tienen por objetivo mejorar y reforzar la buena convivencia de los vecinos y vecinas del barrio, enriquecer la vida social y cultural de La Bajadilla, mejorar la autoestima de sus habitantes y reforzar los lazos entre las personas de todos los orígenes culturales residentes aquí. La Bajadilla, barrio nacido de la emigración interior de campesinos llegados desde pueblos de toda Andalucía a Algeciras en los años 40, 50 y 60 del siglo pasado, tiene hoy más de un 8 por ciento de población extranjera, en su mayoría de origen marroquí.
Para la población del barrio ya es habitual convivir con mujeres con la cabeza cubierta, comprar en comercios regentados por marroquíes o ver a sus hijos e hijas jugar o estudiar con niños y niñas nacidos en La Bajadilla pero de padres provenientes de otros lugares. Como Paco de Lucía, hijo de una gitana portuguesa y de un algecireño nacido en El Acebuchal, en el seno de una familia llegada de Los Barrios.