El libro relata un naufragio, en el Mar de Alborán, del que son protagonistas dos pescadores; uno de ellos es Luis Gibaja Muley, el popular Rasque; el otro, Antonio El Pica; ambos personajes muy populares entre los hombres de la mar de Almería, de donde eran naturales. El naufragio se produjo cuando venían de hacer la pesquera del Estrecho. Tras una serie de vicisitudes, son dados por desaparecidos pero, pasado un tiempo, aparecen en Almería. El suceso ocurrió a principios de la década de los 30 del siglo pasado, pero Rafael Montoya lo ambienta una década después para dar su particular visión sobre la Segunda Guerra Mundial.