Antonio Hernández, nacido en Arcos de la Frontera, ha visto traducidas sus obras a veinte idiomas y ha impartido conferencias en universidades de los cinco continentes. Intelectual inquieto que ha utilizado la narrativa, el ensayo, y el periodismo es, sin embargo, en la poesía en la que se centra buena parte de su obra más valorada. Desde que viera la luz su primer libro de poemas en 1965 “El mar es una tarde con campanas”, ha recorrido un largo trecho. Perteneciente a lo que la crítica ha denominado generación o grupo de los sesenta, Antonio Hernández es un poeta que ha cultivado la memoria de la infancia, el lirismo y la emoción, siempre matizados o contenidos por el lujo verbal, el gusto por la precisión expresiva y formal y un profundo sentido del ritmo.
Su poemario “El mundo entero”, Premio Rafael Alberti 2000, es un libro unitario de honda madurez en el que el autor despliega una amplia mirada poética que conjuga, a partir de la observación de una playa del sur y sus habitantes en verano, la intensidad poética, el fulgor filosófico, el humor, la mirada crítica, el ritmo narrativo y la agilidad cinematográfica.
Entre el extenso currículo de este poeta podemos destacar también “Con tres heridas yo”, “Sagrada forma”, con el que obtuvo el Premio Nacional de la Crítica o “Habitación en Arcos”. En narrativa destacan las novelas “Raigosa ha muerto”, “¡Viva el Rey!” (Premio Valencia), “Sangrefría” (Premio Andalucía), “Vestida de novia”, y su libro de ensayos “La poética del 50: una promoción desheredada”.
