Evitar que lo aprendido a lo largo de toda una carrera profesional en el taller no tenga ningún valor de cambio en el mercado de trabajo si a uno le despiden. Eso es lo que pretende el Real Decreto 1124/2009 que en este momento tratan de adaptar los departamentos de Educación de las Comunidades Autónomas a sus respectivas normativas regionales. Tienen de plazo hasta el próximo verano.En estos momentos, ya existe un Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales que ordena las aptitudes profesionales susceptibles de reconocimiento. Y está en marcha una iniciativa europea, Observal, para ordenar todo el proceso de acreditaciones.
El Real Decreto 1124/2009 pretende que los profesionales del taller que no han pasado por la enseñanza reglada puedan conseguir un título que acredite sus conocimientos.En muchos casos contrarreloj, técnicos y políticos de diferentes Comunidades Autónomas trabajan en la fijación de los procedimientos y requisitos que serán necesarios “para la evaluación y acreditación de las competencias profesionales adquiridas por las personas a través de la experiencia laboral o de vías no formales de formación, así como los efectos de esa evaluación y acreditación de competencias”. En otras palabras, más directas que las utilizadas por el Real Decreto 1124/2009, de 17 de julio, las Autonomías perfilan el establecimiento de los requisitos necesarios para que mecánicos, chapistas o pintores que trabajan en el taller sin una formación reglada, puedan obtener un título o certificado que acredite su profesionalidad. Y se les acaba el tiempo, porque el propio Real Decreto establece que tienen que hacerlo antes del próximo verano.
Según el Gobierno, lo estipulado en el Real Decreto y su trasposición a las normativas regionales es “una medida para favorecer la educación y la formación profesional y contribuir a la consecución de los objetivos de la cumbre de Lisboa del año 2000 es fomentar el reconocimiento de las competencias profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral o de vías no formales de formación. Todo ello, con el fin de facilitar la empleabilidad de los ciudadanos, la movilidad, fomentar el aprendizaje a lo largo de la vida y favorecer la cohesión social, especialmente de aquellos colectivos que carecen de una cualificación reconocida”.
Fuente: Autoprofesional