La plantilla del Algeciras CF ha roto, por fin, su silencio, tras dos meses de eluidir dar declaraciones a los medios de comunicación. En una comparecencia pública, celebrada a las 19.00 horas en la sala de prensa del Nuevo Mirador, han explicado las razones de esta actitud, de la que culpan a la actigua directiva, encabezada por el ex presidente Bernardo Martín, y a algunos medios de comunicación.
Si bien en la rueda de prensa se presentaron 20 jugadores de la primera plantilla, el que se erigió en portavoz de todos ellos fue Rafa Caballero, que comentó que “dado que la temporada que viene no voy a vestir de corto, acato las consecuencias” en lugar de los capitanes. Las palabras de Caballero fueron duras e inquisitivas. Sobre la antigua directiva, quiso dejar claro el sentimiento de “repulsa” que el grupo siente ante Bernardo Martín, “por dejarnos tirados a la deriva en medio de una odisea de problemas creados por ellos mismos”.
En el comunicado conjunto leído por Caballero, los jugadores explican que, tras el partido disputado en el Puerto el pasado domingo, “Bernardo nos esperó a las puertas del vestuario para insultamos”. En cuanto a la situación económica y la deuda a los jugadores, indicó que “en negociaciones nos dijron si bajábamos nuestros contratos no íbamos a tener problemas”, que el presupuesto estaba “cubierto y preparado” y “cual fue nuestra sorperesa que llegado el mes de diciembre de 2010 había volado”, el club les debía “cinco mensualidades, más dos o tres de la temporada pasada a la mayoría de la plantilla”. Entonces no hubo denuncias, “salvo dos con pleno derecho”, citó Caballero.
El portavoz de los jugadores recordó la colaboración prestada por los jugadores en acciones para recaudar fondos, como la venta de lotería de Navidad, colaborar en la compraventa de entradas o papeletas. Sobre estas últimas, los jugadores lanzaron un dardo envenenado contra el delegado del club, José Turrillo, sugiriendo a la prensa que le preguntasen a él qué había sido de ese dinero.
Los jugadores relataron también que se hicieron carnets de abonado -en algunos casos, seis de una misma familia- todo para “ayudar al club”. Relataron cómo el 12 de enero de 2011, “tras una reunión con la Junta Directiva de Bernardo Martín, Diego Castañeda y Manolo Navarro,se nos prometió que no habría problemas y que la temporada acababa con superávit”. A partir de entonces, según el relato de Caballero recogido en el comunicado, se pide el reconocimiento de la deuda por parte del club, que no llega, y que, a finales de marzo, poco antes de vencer el plazo, se presenta la denuncia por parte de plantilla y cuerpo técnico para garantizarse el fondo de garantía salarial en caso de la presumible desaparición del club. Los jugadores incluso sugirieron que la directiva tenía pensado intentar llegar tan sólo al centenario.
Asimismo, exculparon en cierto modo al Ayuntamiento afirmando que ellos “habíamos firmado con el club, no con el Ayuntamiento”.
Respecto a los medios, acusaron a algunos compañeros de la prensa de “grabar conversaciones privadas” para después “emitirlas”, cuando no “publicar las matrículas de los coches” de los jugadores para perjudicarlos, o intentar “romper la unidad del grupo” demandando “declaraciones explosivas”. En este punto, los jugadores dieron a entender que habrían deseado un espíritu más crítico de otros medios con estas actitudes y reconocieron que “han pagado justos por pecadores”, ya que por su silencio se han visto perjudicados todos los medios de comunicación, fuese cual fuese su postura al respecto.
En referencia a lo deportivo, los jugadores reconocieron “no estar a la altura” en los dos últimos partidos, aunque valoran que el objetivo estaba en evitar el descenso, algo que se cumplió con creces, y que hasta el último momento estuvieron luchando por liguilla. Asimismo, dejaron claro que querían jugar la liguilla “pese a que algún lumbreras” aún piense lo contrario, porque “era la única vía” para poder cobrar sus salarios atrasados con garantías.
Por último, sobre la afición dijeron que “una minoría de aficionados no ha hecho que dejemos de reconocer a la verdadera afición algecirista”, y que “siempre quisimos lo mejor para este club”.