Los integrantes de la chirigota de Ceuta que en 2006 se alzó con los premios a la mejor agrupación de Carnaval de su categoría, la mejor letra y el mejor popurrí bajo el nombre ‘Los polluelos con pelos en los güevos’ han pactado este jueves con el Ministerio Fiscal y la acusación particular ser condenados por conformidad por una falta de injurias con una multa a razón de dos euros al día durante diez jornadas, tal y como estipula el artículo 620 del Código Penal.Según han explicado fuentes judiciales, los carnavaleros han rubricado el acuerdo que ha evitado que la querella interpuesta hace más de cinco años por el primer grupo de la oposición en la Asamblea, UDCE-IU, haya tenido que verse en la vista oral que había sido fijada para este jueves.La acusación particular solicitaba inicialmente una pena de dos años de cárcel y el abono de varios miles de euros de multa para cada chirigotero por los presuntos delitos de injurias, contra los Derechos Fundamentales y las Libertades Públicas y contra los Sentimientos Religiosos. La Fiscalía, por su parte, pedía que cada chirigotero fuera condenado a un año y medio de prisión más el pago de una multa de más de 7.000 euros por un supuesto delito de injurias con el matiz agravante de dirigirlas hacia un colectivo.El motivo de la disputa estribaba en el contenido del popurrí de la chirigota, que al haber sido condenada no percibirá la remuneración económica que le concedían los tres premios que le fueron concedidos, cuya entrega paralizó el Pleno hasta que se pronunciase el Juzgado.En su letra, los ‘polluelos’ cantaban entre parodias de la llamada al rezo desde las mezquitas que “aquí hay becerros pa’ tener un sueldo diario”, instaban a “dejar de ponernos ya condones/ que estamos ya igualadas las dos poblaciones” y decían: “Me han hecho aquí un cristo de caricatura/ que no se parece al mío ni en pintura/ y mi cultura no es locura/. Me fui directo al libro de naturales/ pa’ ver si los ‘turcos’ son animales irracionales,/ vi que esta gente y los bovinos son iguales/ y me aclaró la duda: son sólo animales./ Antes de irme… ‘¡Qué mal lo hizo Hitler…!”.Los chirigoteros defendieron desde el primer momento que sus versos criticaban solamente a los musulmanes que respondieron con violencia a la publicación de una caricatura de Mahoma en Dinamarca y no hacia todo el colectivo que profesa esta religión.La Fiscalía entendía, sin embargo, que con tales expresiones la chirigota había “excedido” el derecho a la libre expresión “incluso en situaciones de especial permisividad” como el Carnaval con alusiones “despreciativas” hacia “las personas de una religión determinada, a los que asimila con animales irracionales”. La acusación particular iba más lejos al considerar que vertían frases “xenófobas” e “incitadoras al odio entre las personas”.