Y estos son mis avales para decir al subdelegado del Gobierno en la provincia de Cádiz lo que lo que pongo en el titular de este comentario con el que me hago reportero por mi cuenta y riesgo, sin más animo que el de desde mi impotencia y mi el derecho al pataleo, desahogarme.
Y es que el jerezano que vive en el Puerto que ostenta la responsabilidad que antes desempeñaban los gobernadores civiles de Franco, ha conseguido que los partidos políticos, los sindicatos, agentes sociales, el pueblo de La Línea y no digamos los que hemos sido insultados, le hayan dicho de todo y nada de ello bueno, y recogemos el piropo más suave: ”las afirmaciones de De Torre son improcedentes en un demócrata e impropias en la máxima representación del Gobierno de España en la provincia y una provocación hacia los linenses”.
Todo un clamor pidiendo su cese el levantado por el jerezano que vive en el Puerto, habida cuenta que en el PP no se conjuga el verbo dimitir. Y yo sabedor de que será un pregonar en el desierto pido que Javier de Torre tras criminalizar al pueblo de Línea sea declarado persona “nom grata” para La Línea Y mientras el tal De Torre sigue rectificar ni pedir perdón, para más recochineo el presidente provincial del PP, Antonio Sanz, que es por cierto el político más dañino y mentiroso de la derecha, tiene el cinismo de matar al mensajero asegurando que De Torre no vinculó la plantilla municipal linense con el contrabando, que todo fue un error de interpretación.
Tampoco me voy a olvidar del coordinador del PP en el Campo de Gibraltar, José Ignacio Landaluce el único congresista de la Comarca y alcalde Algeciras, para el que como viene demostrando La Línea no existe y solo tiene entre ceja y ceja a Gibraltar, y que ha dado como respuesta a los insultos del subdelegado del Gobierno a La Línea, un silencio doloso: “Dios los cría y ellos se juntan”. Jaime Ruiz