Verdemar insta a regenerar la playa de Sotogrande con la arena que “tapona” la desembocadura del Guadiaro

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  • SIN TOCAR LA DUNA DE VALDEVAQUEROS

Verdemar-Ecologistas en Acción reclama que la restauración de la playa de la urbanización sanroqueña de Sotogrande se lleve a cabo con su propia arena, que, según explica, es la que tapona la desembocadura del río Guadiaro causando cada año la muerte de un importante número de peces.

   Según ha explicado a Europa Press Antonio Muñoz, portavoz del colectivo ecologista en el Campo de Gibraltar, cuando sopla el levante la playa de Sotogrande pierde arena y ésta se acumula en la desembocadura del Guadiaro, que en época estival, cuando el río va con menos agua, “se tapona literalmente y provoca la muerte de gran cantidad de peces por anoxia”.

   En consecuencia, cada año tienen que abrir “apresuradamente” la bocana del río con una máquina excavadora para que entre agua del mar y pueda oxigenarse.

   Por ello, Verdemar entiende que es “una oportunidad para hacer las cosas bien de una vez por todas”, siendo “lo lógico” que la playa de Sotogrande se restaure con esa arena que, además, es de su unidad fisiográfica, es decir, la misma que va perdiendo a lo largo del año.

   Así, confía en que Costas haga esta indicación a las empresas que han conveniado con el Ayuntamiento de San Roque la reparación de dicha playa, y que “en ningún caso” se permita acometer esa tarea con la arena de la duna de Valdevaqueros, situada en la localidad vecina de Tarifa.

   Recuerda Muñoz que Verdemar dirigió un escrito a la Demarcación de Costas Andalucía-Atlántico oponiéndose al traslado de la arena de la duna a cualquier playa que no sea la de su propia unidad fisiográfica –La Peña-Los Lances–, significando que aún se encuentran “esperando respuesta”.

   En cualquier caso, advierte de que el colectivo ecologista está dispuesto a acudir a las instancias que sean necesarias a fin de evitar que la arena de la duna tarifeña se traslade a otras playas de la Bahía de Algeciras, máxime cuando se ha demostrado con experiencias como la de la ensenada de Getares que “no sirve de nada, puesto que, como dicen los tarifeños, es arena voladiza y se pierde al paso de unos meses”.

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