El proyecto plantea como solución el trasvase de caudales al desvío norte del río de la Miel por colectores separativos, desde el recinto ferial y a través de toda la cuenca hidrológica de la calle Jacinto Benavente. También se pretende construir depósitos de retención de pluviales para prevenir las inundaciones.
Esta actuación va a desviar el 30% de escorrentías de lluvias torrenciales y no se mezclarán con las aguas residuales enganchadas en la red de pluviales.
La carga de aguas residuales que vierten al colector de pluviales en la “playa de Los Ladrillos” se pretende resolver con una EBAR que conectará con otro existente en el litoral de esta parte de la Bahía de Algeciras.
También se pretende atrapar las aguas residuales mezcladas con pluviales en su tramo final con un “tanque de tormenta” cuando haya precipitaciones torrenciales.
El río de la Miel empezó a perder en su tramo final su valor ambiental en 1973, cuando empieza su encauzamiento. Con la “Resolución por la que se señala fecha para el levantamiento de las actas previas a la ocupación de las fincas afectadas por las obras del encauzamiento del río de la Miel, en el tramo I, término municipal de Algeciras (Cádiz). «BOE» núm. 167, de 13 de julio de 1973, páginas 14337 a 14337 (1 pág.)”Un río deseado y defendido por todos los invasores y habitantes durante la invasión árabe. Desde el año 711, cuando se llamaba Al-Yasirat- Al-Hadrá por lo dulce y pureza de sus aguas.
Verdemar señala a la mala gestión municipal en los años 40 a medida que crecía la ciudad “sin control” las aguas del río eran sucias y mal olientes. Desde el 1971 al 1978 se tapó y se sepultó hacia el olvido. Se desviaros parte de sus aguas hacia la “playa de los ladrillos” y se perdieron las barcas y faluchos que entraban por la zona navegable del hoy Paseo de la Conferencia.
“Nosotros pensamos que estos proyectos deberían traer consigo un tramo de renaturalización del este emblemático río de La Miel. Nuestra propuesta es que se estudie estas y otras posibilidades”, afirman.