Los trabajadores piden el amparo del Defensor del Pueblo argumentando la importancia geográfica de la zona para la inmigración, lo que hace que el cierre del centro suponga un incremento de las dificultades por las que atraviesan los menores no acompañados que llegan en patera a las costas algecireñas.
Por ello, consideran mantener abierto el centro como “una necesidad imperiosa, por la gran labor social y humana con estos menores, que escapan de la pobreza para encontrar una mejor vida” y que encuentran en el centro a su llegada una atención de higiene, alimentación y descansar bajo un techo sin pasar frío ni calor.l