IAM/Redacción La teniente de alcalde delegada de Cultura, Pilar Pintor, ha mantenido una reunión con técnicos del Obispado de Cádiz y Ceuta para tratar sobre la espadaña de la capilla de San Antón, cuyo mal estado se reflejó en un informe realizado por técnicos municipales a raíz de las obras de rehabilitación que se ejecutaron en el antiguo hospital militar para su conversión en el Museo Municipal que actualmente alberga. De este asunto se ha ido informado debidamente en la Comisión de Patrimonio. (Foto reunión técnica Obispado).
En la reunión estuvieron también presentes la teniente de alcalde delegada de Feria y Fiestas, Juana Cid; el Hermano Mayor de la Hermandad de la Buena Muerte, José Manuel Sánchez Bautista; y técnicos de Cultura y Urbanismo.Según explicó Pilar Pintor, en la reunión se ha acordado que en un plazo de 15 días vendrán técnicos del Obispado a hacer una valoración sobre el estado de la espadaña, ya que es propietario del bien y responsable del mismo. A partir de ahí se redactará un proyecto y se buscará la financiación necesaria para que pueda acometerse cuanto antes.La delegada manifestó que la capilla de San Antón es referente cultual en nuestro patrimonio y que su espadaña es característica del barroco andaluz, existiendo inquietud en el seno del equipo de gobierno por el deterioro progresivo que presenta, confiando en que su restauración sea una realidad a corto plazo.Pintor se refirió a la clara apuesta de este equipo de gobierno en la conservación del patrimonio, y mencionó algunos ejemplos de intervenciones del Ayuntamiento, como las intervenciones en la torre de la parroquia Nuestra Señora de la Palma; las obras para el refuerzo de la estructura y reparación de daños en el centro de acogida de Pescadores; e incluso la pintura de la fachada de la propia capilla de San Antón cuando se rehabilitó el antiguo Hospital de La Caridad.Volviendo a la espadaña de la capilla, en el primer informe técnico que realizaron los técnicos municipales quedó reflejada una actuación anterior en la espadaña, en la que se había instalado una estructura metálica para ayudar a su estabilidad. Esta estructura quedaba oculta tras un enfoscado de mortero de cemento.Con el paso del tiempo, la oxidación de la estructura provocó el desprendimiento de elementos del enfoscado, que cayeron sobre la plaza. Para suprimir el peligro, se produjo la intervención de los bomberos que eliminaron el enfoscado en su totalidad. Desde entonces –según el informe- la estructura permanece a la intemperie, acelerando el proceso de oxidación.