Tres años después de su última actuación en la ciudad -aquella vez fue con su espectáculo Falla por Cañizares en el Teatro Góngora-, el guitarrista volvió a deslumbrar en la presentación de unas de las obras más difíciles de su carrera. Un concierto para guitarra y orquesta, que lleva por título ‘Al Andalus’, en el que pone banda sonora a más de una década de recuerdos, confidencias y giras por todo el mundo con el maestro Paco de Lucía y un trabajo con el que el guitarrista de Sabadell vuelve a hermanar flamenco y música clásica para dar forma a un brillante réquiem por el maestro de Algeciras.La obra, que fue estrenada en 2016 en el Auditorio Nacional junto a la Orquesta Nacional de España, cuenta con la orquestación de Joan Albert Amargós, que imprime el fondo musical a una composición dividida en tres movimientos. El primero discurre al compás de bulerías, el segundo se convierte en una desgarradora marcha fúnebre que finaliza con aires de taranta y el tercero culmina la obra al alegre compás de tanguillos dejando una ventana abierta al consuelo tras la pérdida del guitarrista más grande de la historia del flamenco. En definitiva, un recuerdo optimista del gran maestro que está impregnado de emociones musicales en las que se logran atisbar dibujos de ‘Río Ancho’ y ‘Entre dos Aguas’, dos de las rumbas más conocidas de Paco de Lucía.Juan Manuel Cañizares en el Festival de la Guitarra de CórdobaConcierto en formato cuarteto de Juan Manuel Cañizares. Foto: cordobaflamenca.com Pero antes de que la Orquesta de Córdoba interpretase a modo de interludio la obra de Joaquín Turina ‘La Oración del Torero’ con motivo del Centenario de Manolete, el guitarrista catalán ya había puesto en pie al Gran Teatro con una primera parte en formato cuarteto en la que estuvo rebosante de flamencura. Derroche de técnica y de sentimiento en su interpretación con picados imposibles y armonías evocadoras, que discurrieron fundamentalmente por algunos de los temas de su disco ‘Cuerdas del Alma’ y de ‘Noches de Imán y Luna’. Así, el de Sabadell se prodigó sobre las tablas con bulerías, vals, rumbas y alegrías para acompañar el baile del cordobés Ángel Muñoz y Charo Espino, un repertorio especialmente rítmico que también tuvo su contrapunto intimista con el tema ‘Añorando el presente’ y la guitarra en solitario de Cañizares abriendo el recital.Fue un placer disfrutar nuevamente de uno de los grandes guitarristas del país, un músico que continúa su propia senda sintetizando en su música los cánones clásicos y el sentimiento flamenco. Un guitarrista que, a pesar de su formación clásica y aunque en los últimos años se haya volcado en la reinterpretación de obras los clásicos españoles, mantiene intacta la flamencura y el pellizco de un toque que a día de hoy no tiene parangón en el panorama flamenco actual.