Algunos de estos testimonios recogidos por este medio detallan que, prácticamente a diario, estas motos de agua, “que navegan a treinta y cuarenta nudos, provocan el pánico entre los bañistas”, según nos comenta uno de los afectados. “Muy cerca está el club de surf y remo donde practican niños pequeños y en una ocasión, una de estas motos, de forma chulesca, se aproximó a dónde estaban estos niños y les increparon”.