El documento se someterá a la aprobación del pleno de la corporación municipal, que se reunirá con carácter extraordinario el próximo lunes,19 de diciembre.Según ha explicado el alcalde, José Ignacio Landaluce, dichas propuestas surgen del análisis de los primeros avances al proyecto en el que se trabaja, y en aras a mejorar la integración de la carretera en la ciudad y a resolver problemas existentes en los bordes.El tema se ha abordado y consensuado en las múltiples reuniones celebradas, aunque es ahora cuando se le da carácter de oficialidad mediante la presentación de la documentación necesaria.
“Hay que casar todos los intereses y yo, como alcalde, tengo que defender los del municipio y velar porque la carretera no sea un muro que rompa la ciudad en dos, que haya aceras, carriles bici, vegetación…y todos aquellos elementos que faciliten la integración de esta infraestructura es un espacio urbano consolidado, lo que no resulta fácil”, manifestó el alcalde.Entre las peticiones consensuadas y que formarán parte del proyecto figuran la urbanización de la travesía de los Pastores, desde la glorieta de la calle Maestro Luis Cano Toba hasta el enlace con la variante intermedia, N-350 y accesos a la ciudad, asumiendo el Ayuntamiento el compromiso de recibir la titularidad de ese tramo y de hacerse cargo de su mantenimiento.
Otra propuesta es la de alumbrado público a partir de la glorieta Los Pastores hasta el Puerto, haciéndose cargo el Ayuntamiento de la conservación de las instalaciones construidas y estableciéndose un protocolo de manera que se automaticen los permisos para actuar el Ayuntamiento en las instalaciones construidas por el Ministerio de Fomento, lo que agilizaría de manera muy importante cualquier actuación que se precise acometer.
Finalmente se proponen actuaciones importantes en jardinería y arbolado como medidas correctoras de los impactos que generarán las construcciones que conllevan el proyecto. En este sentido se plantea la restauración de la cubierta vegetal, hidrosiembra en los taludes y terraplenes, y la plantación de especies arbóreas autóctonas y de escaso mantenimiento en los márgenes y glorietas, con mayor incidencia en los tramos urbanos.