Esta actuación se enmarca en el proceso de adecuación de distintas zonas de la ciudad, caso de los barrios de La Caridad y San Isidro. En lo que respecta a la Plaza Alta, se trata de una obra realizada en 1935 y que ha sufrido el deterioro derivado tanto de la acción humana como de la climatología.A partir de ahora, la restauradora, en colaboración con el Museo Municipal, iniciará el proyecto de restauración, que se unirá a los contactos mantenidos ya con la Escuela de Arte para la restitución del mobiliario perimetral.La restauradora también ha explicado que es necesario realizar un estudio para conocer las patologías que afectan a los elementos de la plaza, especialmente de la fuente, para que la intervención a llevar a cabo sea efectiva y duradera.PIE DE FOTO: Landaluce, Pintor y Casado, durante su visita a la Plaza Alta
