IAM/EP Las autoridades ucranianas han explicado que el accidente se produjo en una sala no operativa de aparatos que, antes de la catástrofe nuclear de 1986, servían para controlar el suministro de energía a los reactores de la central. Asimismo, han declarado que no se trata de una situación de emergencia. También han explicado que el sarcófago ha impedido durante más de 25 años la propagación de la radiación y que dicho accidente no ha afectado a su capacidad protectora. No obstante, los expertos insisten, desde hace tiempo, en que el sarcófago actual ya no es un sistema eficaz. Los encargados de llevar a cabo las labores de limpieza han precisado que el derrumbe se debió a la acumulación excesiva de nieve en el tejado de la sala, al tiempo que han subrayado que no se registró un aumento del nivel de radiación en la zona. A finales de noviembre de 2012, se terminó la primera fase de construcción de una nueva cobertura para el reactor N4 y está previsto que el nuevo sarcófago esté completado en 2015.