IAM/Redacción El general jefe de la zona de la Guardia Civil de Andalucía ha impuesto una sanción de cinco días de haberes (equivalentes a unos 240 euros), con suspensión de funciones, al agente S. R. C., quien el pasado 12 de julio hizo uso de su arma para intentar detener a una lancha sospechosa de traficar con un alijo de hachís, informa este viernes el País Digital.
La resolución explica que el agente, junto a su compañero, se desplazó a la desembocadura del río Guadarranque (Cádiz), “donde se encontraba un número considerable de personas disfrutando un día de playa”. Al observar la entrada en el río de una embarcación semirrígida a gran velocidad, procedente de la bahía de Algeciras, el guardia efectuó “al menos seis o siete” disparos, al aire primero y al agua después, con su arma reglamentaria, para obligarla a detenerse, aunque esta hizo caso omiso y pasó de largo.El agente ha reconocido que efectuó los disparos, cuyas detonaciones se escuchan en un vídeo que acompaña al expediente, “ante el peligro que suponía su entrada a gran velocidad en una zona de bañistas”. Por el contrario, el instructor del expediente cree que el guardia incurrió en una acción “voluntaria y desproporcionada” que “puso en peligro a las personas allí presentes infringiendo las normas sobre el uso de armas”, pero le impone la sanción menor para las faltas disciplinarias graves teniendo en cuenta que la acción fue debida a “un exceso de celo en el cumplimiento del deber y que, a pesar del riesgo creado, no tuvo consecuencias.El letrado del guardia, Antonio Suárez-Valdés, ha recurrido la sanción y ha anunciado que acudirá a los tribunales, incluso hasta el Supremo si hace falta, ante lo que califica como “vergonzosa indefensión” en que los mandos del instituto armado dejan a sus agentes.