En este aumento de la seguridad ha podido influir la tensión existente en los últimos días, cuando marineros que faenan en este entorno afirman haber sufrido la “presión” de las autoridades gibraltareñas, que “incomodan” a los barcos que trabajan en las aguas próximas al Peñón. Ello provocó la reacción del Ayuntamiento de Algeciras (Cádiz), que lamentó los “malos gestos” de Gibraltar, a lo que las autoridades gibraltareñas respondieron haciendo público un comunicado en el que se denunciaba la “interferencia” que, a su juicio, ha cometido la Guardia Civil en su jurisdicción, asegurando que ya ha informado al Gobierno de Reino Unido para que eleve este asunto “al máximo nivel”. En el comunicado, las autoridades del Peñón denunciaban que la Guardia Civil ha “impedido” el trabajo de una empresa contratada para construir arrecifes en las aguas que consideran como propias, como parte de “una estrategia para la protección marina”. Si bien las colas comenzaron a formarse a primeras horas de la tarde, ha sido en torno a las 21,00 horas cuando éstas adquirían una dimensión de hasta tres y cuatro horas de espera.