Con motivo de la tragedia acontecida el pasado 19 de diciembre en aguas del estrecho de Gibraltar, donde varias personas han perdido su vida intentando alcanzar nuestras costas. Las últimas noticias hablan de 9 cadáveres recuperados y 11 desaparecidos, al parecer 8 de ellos bebés, una tragedia evitable, tristemente habitual, y que merece nuestra más enérgica repulsa a unas políticas migratorias que se centra únicamente en el control de las fronteras y no en la atención humanitaria que debería prevalecer.