Este algecireño insigne, nacido un 28 de diciembre de 1911 en el nº 33 de la calle Ancha, fue el fundador de la colección Adonais de poesía y director de la revista Insula, creada en los años cuarenta, que todavía se publica. José Luis Cano vivió toda su infancia en Algeciras, hasta que en 1930 se trasladó a Madrid, donde vivió hasta su muerte como animador de la poesía de su tiempo.
En 1988 el Ayuntamiento de Algeciras creó la Fundación Municipal de Cultura con su nombre, compró y restauró la casa donde había nacido en la calle Ancha para dedicarla a biblioteca, museo o archivo de su obra, y colocó una placa que todavía está en la fachada. No sabemos cuánto tiempo durará con el PP en el poder municipal.El PP, no satisfecho con el ostracismo al que había condenado a José Luis Cano ya muerto, ha alquilado o vendido la casa donde nació y vivió en la calle Ancha a una clínica de estética, que además ha colocado un horrible letrero en su fachada, algo que supone una enorme falta de respeto a José Luis Cano y a su historia de algecireño enamorado de la bahía y del peñón.Puede que sea esto lo que molesta a Ladaluce.
Para Dámaso Alonso y el Nobel Vicente Aleixandre decían los “Sonetos de la Bahía”, de José Luis Cano, evocaban las tibias presencias del aire, el mar y el amor. “¡Qué tierna mañana del mundo, qué pura delicia evocan estos versos de un poeta del Sur, novio de su bahía!”, ilustre homenaje de los poetas del 27 que merece consideración alguna a nuestra Corporación Municipal.El Ayuntamiento ya pasó de las Jornadas organizadas por Alcultura en homenaje a José Luis Cano el pasado mes de Junio, realizadas con la colaboración de la Fundación Gerardo Diego, la Filmoteca Nacional y el Centro Andaluz de las Letras, cuya presentación hizo su director, Juan José Téllez, otro gran poeta algecireño.En Podemos no comprendemos la frialdad y el desdén, inclusive hostilidad, con la que se trata al poeta algecireño José Luis Cano en el Ayuntamiento. Pertenece a todos los algecireños y a todas las algecireñas, es la cultura y la identidad de su ciudad, es su historia. No más rencor para la gente que fue de izquierda, no se puede vivir eternamente en el rencor.
