El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, se ha reunido este jueves en Londres con su colega británico, ante quien ha reiterado una vez más la posición que el Gobierno español mantiene sobre el contencioso de Gibraltar.
“Como diría el comandante Castro, no vamos a retroceder ni para tomar impulso”, ha indicado García-Margallo en declaraciones a los medios de comunicación, un día después de que el PSOE le advirtiera de que su postura podría llevarle a un “callejón sin salida” por la negativa de Londres a atender las peticiones de España.
Con la llegada de los ‘populares’ a la Moncloa, el Gobierno ha reclamado formalmente a Londres retomar el diálogo bilateral sobre la cuestión de la soberanía, congelado desde 2002.
Además, ha certificado el fin del Foro tripartito de Diálogo creado por España, Reino Unido y Gibraltar en 2004 y solo está dispuesto a mantener este esquema de cooperación –que no entra en la cuestión de la soberanía– si cambia su formato introduciendo una cuarta delegación con representantes del Campo de Gibraltar. Esto es, pasar a la fórmula de dos banderas, cuatro voces.
Londres ha respondido negativamente a ambas demandas argumentando que no entrará en ningún tipo de conversación con España con la que Gibraltar no esté de acuerdo.
Con las posiciones de España y Reino Unido enfrentadas y sin permitir avances, el ministro ha confiado en que la Asamblea General de la ONU debata en su próxima sesión los contenciosos de las Malvinas y Gibraltar y solicite a las partes que vuelvan a “negociar”.
García-Margallo ha justificado la insistencia de pedir a Londres la reanudación de las conversaciones sobre soberanía por una carta de 2004 del exministro británico Jack Straw que su colega español, Miguel Angel Moratinos, dejó sin contestar y en la que Straw justificaba su negativa a hablar de soberanía porque Gibraltar tenía derecho a vetar esas conversaciones lo que, según España, contraviene la doctrina de la ONU.