IAM/EP
A raíz de la polémica surgida en Irlanda sobre la presencia de carne de caballo en las hamburguesas, una sospecha que primero recayó en España y que más tarde se desmotrado que esa carne procedía de Polonia, la OCU ha realizado un estudio sobre las hamburguesas vendidas en España con unos resultados muy decepcionantes. La OCU asegura que las hamburguesas envasadas se presentan como una alternativa cómoda y relativamente asequible. Pero ahí acaban sus ventajas: nuestro análisis revela que nos encontramos ante un producto que, en general, es de pobre calidad y que no siempre es lo que parece. ¡Carne de caballo en vez de 100% vacuno! Lo más grave del informe de la OCU es que ha detectado que algunos productos no son lo que pretenden. Tras la alerta por la carne de caballo en hamburguesas en Irlanda, hemos querido comprobar e informar a los consumidores si las hamburguesas que se estaban comercializando en España tenían este problema. Lamentablemente, no es así. Dos de las 20 muestras analizadas, las hamburguesas de Eroski y Alipende (AhorraMas) contienen ADN de caballo. Estos resultados indican claramente que se está cometiendo un fraude al consumidor, pues se venden hamburguesas en cuyas etiquetas no se indican los ingredientes reales. No es un problema de seguridad alimentaria pero sí un engaño al consumidor, que se lleva a su casa un producto diferente al que cree estar comprando. Problemas de etiquetado Las hamburguesas deberían indicar en la etiqueta, entre los ingredientes, el % de carne, según establece la normativa de etiquetado. No es así en 6 de los productos analizados, algo que valoramos mal, pues puede llevar a confusión al consumidor. Poca calidad La calidad de carne de los productos analizados es, en general, pobre: muchos tendones, cartílagos que se usan en vez de carne de calidad… Esto, unido a un exceso de grasa, al recurso a los aditivos a menudo injustificados y al abuso de la sal hacen de las hamburguesas un producto poco apetecible. Muchos aditivos La carne picada, la base de las hamburguesas, es un producto muy perecedero. La gran mayoría de las hamburguesas frescas envasadas llevan conservantes. Muchas recurren otros aditivos como antioxidantes, colorantes, potenciadores del sabor o incluso sulfitos, un conservante que no está exento de riesgos.