El primer edil indica que el pasado fin de semana hemos vivido momentos de auténtico bochorno, con averías que se han sucedido el viernes y el sábado, días en los que se incrementa el número de viajeros de manera considerable, y que se ven seriamente perjudicados, aunque ADIF diga que solo se trata de incidencias puntuales, intentando minimizar una realidad que está también dañando la imagen de la comarca.
Landaluce recuerda que en esta cuestión hay que estar por encima de las siglas y los colores políticos. Tal es así que desde hace años vengo reclamando actuaciones a todos los gobiernos. Lo hice con el ministro socialista José Blanco, y con la ministra popular Ana Pastor, al igual que desde febrero del año 2017, siendo ministro de Fomento Íñigo de la Serna, he venido reclamando por escrito actuaciones de mejora en esta línea férrea, lo que hice también en diciembre de ese mismo año, pero es que desde junio de 2018 llevo intentando que el actual ministro en funciones, José Luis Ábalos, se preocupe por este asunto, y volví a escribirle en octubre de ese año, y en mayo, julio y octubre de 2019.
De todas estas peticiones de reunión para abordar un tema que nos está causando graves perjucios, solo he obtenido la callada por respuesta, y lo que es más grave: a pesar de que también le he remitido las mociones al respecto que ha aprobado el pleno de la Corporación municipal, el ministro en funciones Ábalos lo único que hace es tachar estos hechos de pequeñas incidencias, mirando para otra parte y beneficiando a otras zonas del Estado en detrimento de Algeciras y el Campo de Gibraltar, subraya el regidor algecireño.
Añade la primera autoridad municipal que el Gobierno en funciones del presidente en funciones Pedro Sánchez ha dejado de lado a los ciudadanos de una de las áreas con más potencialidades de toda España. Los algecireños y los campogibraltareños no nos merecemos que nos sigan tratando como ciudadanos de tercera categoría, y hemos de continuar exigiendo lo que por justicia nos corresponde, que en este caso, son trenes adecuados a las necesidades reales de nuestra zona, no desechos procedentes de otras regiones de España, que nos impiden ser competitivos. No podemos esperar tres años y medio a que en el mejor de los casos, haya sustitución de locomotoras, porque necesitamos soluciones con carácter de urgencia.