IAM/Redacción Los fondos marinos de Tarifa constituyen un enclave único dentro del Parque Natural del Estrecho ya que, debido a su estatus de espacio natural protegido, posee una biodiversidad única de la que disfrutan numerosos buceadores que se sumergen en sus aguas. Foto Imagen de la especia invasora
Pero la fauna y flora de estos fondos se están viendo seriamente amenazadas por un visitante indeseado, el alga parda Rugulopteryxokamurae(E.Y. Dawson) una especie exótica de origen asiático, confundida con otra especie de su género, Dyctiotapinnatifida, y que, como otras especies invasoras, han podido llegar a través del intenso tráfico marítimo del Estrecho mediante los tanques de lastre de los buques o pegados al casco y que las intensas y continuas corrientes reinantes en la zona han favorecido su rápida extensión. Tanto es así que ya ha colonizado ambas orillas del estrecho.Debido al gran número de inmersiones que realizan en la zona, los miembros del Club de Buceo CIES (Centro de Investigaciones y Exploraciones Submarinas), con sede en Algeciras, han venido observando cómo, desde hace un par de años aproximadamente, esta alga ha ido tapizando todo el fondo rocoso del fondo de Tarifa hasta los 40 metros de profundidad. Al no tener depredadores naturales y cubrir toda la superficie rocosa, desplaza a otras especies autóctonas de algas, hidrozoos, esponjas y cualquier organismo sésil que sirven de alimento y refugio a la fauna de la zona, la cual disminuye también su presencia, alterando gravemente el ecosistema. Al ser un alga fotófila, no crece en cuevas y grietas o a profundidades donde la luz solar es débil pero la alteración de la biodiversidad en los 15 primeros metros, donde se concentra la mayor parte de la vida marina, es ya patente.Una buena prueba de ello es el estado de las estaciones de vigilancia ambiental que hay instaladas en los fondos de la Isla de Tarifa que forman parte del proyecto Med PAN, dirigido por el catedrático de Biología Jose Carlos García-Gómez junto con el personal del CUASS y la Universidad de Sevilla y en el que colaboran miembros del Club de Buceo CIES, en la que se puede observar la colonización de este alga en detrimento del resto de organismos monitorizados.Pero la disminución de la biodiversidad no es el único problema provocado por este alga, la actividad pesquera se ve también perjudicada, ya que algunas artes de pesca de bajura, como trasmallos, quedan saturados con la gran cantidad de algas que quedan atrapadas y al finalizar su ciclo vital, se desprenden del fondo y acaban varadas en las playas formando arribazones de masa vegetal en descomposición que, con el mal olor que desprenden y los insectos que atraen, hacen la zona inadecuada para el baño, como ocurrió el pasado año con el cierre de la playa de Cala Mocarro en Ceuta en la que, a pesar de los esfuerzos y la maquinaria empleada para limpiar la orilla, volvía a verse inundada con un nuevo arribazón al poco tiempo.Esta no es la única especie invasora que ha sufrido el entorno submarino del Estrecho de Gibraltar, otras especies de algas del género Asparagopsis(A. armata y A. taxiformis) y Caulerpacylindraceatambién han protagonizado colonizaciones masivas de nuestros fondos. En el caso deC. cylindraceaen Tarifa, la Junta de Andalucía tomó medidas para detener los focos en crecimiento que fueron detectados por los buceadores de la zona y que informaron de los hechos pero el alga logró rebrotar.Los miembros del Club de Buceo CIES Algeciras están en permanente contacto con José Carlos García-Gómez y miembros del CUASS con el objeto de planificar y coordinar posibles actuaciones con las autoridades competentes del Parque Natural del Estrecho y la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para frenar esta especie invasora, ya que el buceo deportivo puede ser una gran herramienta medioambiental de vigilancia, detección precoz y pronta respuesta a los problemas que surgen en nuestros fondos marinosManuel Martínez ChacónBuceador deportivo FEDAS 3 Estrellas y miembro del Club de Buceo CIES Algeciras.