TCAM-NACIONAL/Europa Press
La joven María Teresa, fallecida el pasado jueves, fue encontrada por el Samur unos 30 minutos después de la avalancha tirada en un pasillo, lejos de la sala del botiquín, siendo atendida por un portero y no por el servicio médico contratado por la empresa organizadora de la fiesta de Halloween.
Así lo recoge el atestado policial incluido en el sumario judicial en el que, como publica este viernes ‘La Razón’, fueron dos policías municipales quienes encuentran a las 04.00 horas [la avalancha tuvo lugar a las 03.30 horas] del 1 de noviembre a una joven en el suelo. “Un vigilante de seguridad le estaba realizando maniobras de reanimación”, expusieron en su declaración.
Los dos agentes, que trabajaban esa noche en la Casa de Campo, fueron alertados por su mando superior para que acudieran a la entrada del Madrid Arena “ya que al parecer se encontraba una persona con serios problemas respiratorios”. El Samur se dirigía al lugar de los hechos.
El mismo atestado desvela que desde las 4.05 y hasta las 4.25 horas los servicios sanitarios del Samur realizaron las maniobras necesarias para tratar de recuperar a la víctima, que fue trasladada posteriormente hasta la Clínica de la Concepción, donde murió ayer.
De este modo, la joven no habría recibido asistencia médica desde que se produjo la avalancha mortal hasta las 4.05 horas, unos entre 30 y 35 minutos más tarde, cuando el Samur comenzó las maniobras de resucitación necesarias.
A LOS 8 MINUTOS ES IMPOSIBLE LA RECUPERACIÓN
El médico colegiado Simón Viñals, responsable de la seguridad privada del evento, afirmó en su comparecencia en la comisión de investigación que recuperar a las tres jóvenes que llevaron al botiquín, fue imposible dado que “a los 8 minutos de una parada cardiorrespitaroria la posibilidad de recuperación es cero”. “La recuperación era igual a la que se puede hacer a un cadáver que lleva 24 horas en un tanatorio”, llegó a afirmar.
“No sé cuánto tiempo llevaban aplastadas estas pobres chicas porque no salí de la enfermería. Llegué media hora antes del evento y no me fui hasta que no se marchó el último espectador. Dicen que me vieron en la puerta… sería de la enfermería”, aseguró. Asimismo, el médico explicó que una vez que tres jóvenes yacían cadáver en la enfermería llamó al Samur.
La actuación sanitaria de Viñals fue criticada ayer en la comisión de investigación por el director general de Emergencias y Protección Civil, Alfonso del Álamo, que acusó al equipo médico privado de parar demasiado pronto las labores de reanimación en varias de las víctimas mortales del Madrid Arena.
En concreto, Del Álamo explicó en la segunda sesión de la comisión municipal de investigación que efectivos del Samur encontraron en la sala botiquín del Madrid Arena al equipo médico contratado por la organización sin aplicar técnicas de reanimación avanzada a tres de las víctimas de la trágica fiesta de Halloween, cuando el servicio municipal de emergencias las lleva a cabo durante “un mínimo de 30 minutos antes de declarar a la víctima no viable”. “El arte médico de cada uno que lo defienda donde corresponda”, apostilló Del Álamo.