IAM/Redacción El presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro, reiteró ayer su preocupación por la falta de acuerdo en el conflicto de la estiba, que está teniendo especial impacto en el Puerto de Valencia, con ritmos de productividad un 30% por debajo de los habituales y desvío de barcos a otros puertos.
El presidente de la patronal, en una entrevista en el programa Halcones y Palomas, de Levante TV, apuntó que, si el conflicto “se enquista” y no se llega a un acuerdo entre patronal, estibadores y Gobierno que evite las jornadas de huelga convocadas, el Gobierno deberá recurrir a un ‘Plan B’ en la línea del que se aplicó hace unos años, en el caso de los controladores aéreos, en el que el Ejército intervino para evitar el bloqueo del tráfico.
Navarro subrayó el impacto en la actividad económica y las inversiones que tendría un bloqueo del Puerto, que ya está sufriendo los paros encubiertos y las medidas de presión de los estibadores en los dos últimas semanas. Ayer, la Sociedad de Estiba y Desestiba del Puerto de Valencia (Sevasa) denunciaba que estas medidas provocan pérdidas diarias de 2,5 millones en el recinto y que, hasta el momento, se han desviado ya 17 buques hacia otros puertos y alertaba de que esta situación está llevando al recinto “al colapso”.En este sentido, el líder de la patronal criticó que el de Valencia sea el Puerto “más perjudicado por un conflicto que es nacional y que debe resolverse a ese nivel”, dado que responde a una sentencia de la Tribunal Superior de la Unión Europea que obliga al Estado español a liberalizar este sector.
Respecto a la razón de que Valencia sea el punto más conflictivo, apuntó a que “la empresa que opera aquí está siendo más dura en la negocación con los estibadores que las de otros centros”.Navarro cree que el desvío de barcos a otros recintos puede hacer perder posiciones a Valencia frente a otros competidores, sobre todo, Barcelona -dado que el perfil de la actividad en Algeciras es diferente-. En el puerto valenciano, el 50% de los tráficos corresponden a movimientos de importación y exportación, que en Algeciras son menos del 10%.Asimismo, extendió esta pérdida de actividad al conjunto del sistema portuario español, ya que, “si no hay un acuerdo que dé solución al conflicto, las empresas buscarán alternativa en otros puertos fuera de España. No puede ser que la economía del país dependa de poco más de 6.000 personas”.El presidente de la CEV alertó de los posibles problemas de abastecimiento que pueden sufrir las cadenas de producción de las empresas que dependen de estos flujos comerciales, así como los comercios, lo que puede derivar en pérdidas de empleos. El químico, el textil, la cerámica, automoción y agroalimentación, sectores puntales de la economía valenciana, son los más sensibles al ineficiente funcionamiento de los puertos.