IAM/Redacción Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil, en el marco de la operación “Viridis”, desarrollada en la provincia de Málaga contra la pesca y comercialización ilegal de anémonas de mar, ha procedido a la investigación de 10 personas por la captura ilegal y comercialización de anémonas de mar, popularmente conocidas como “ortiguillas”. (Foto anémonas decomisadas).
La operación ha finalizado con la intervención de 3325 kilos de dicha especie, 72 kilogramos de erizos de mar, 24 artes de red denominada “ortiguera”, 19 artes-tenedor utilizadas para la recolección de la especie, 15 equipos de buceo, 7 botellas de aire comprimido y 3 vehículos. Asimismo, se han formulado 31 denuncias a 10 personas por los delitos de falsedad documental, contra la flora y fauna y animales domésticos, al realizar actividades de marisqueo si autorización, siendo la mayoría de los denunciados reincidentes en este tipo de infracciones.La operación se inició en abril de 2016 cuando los agentes del SEPRONA, con el apoyo de personal de inspección pesquera adscrito a la Dirección Provincial de la AGAPA (Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía) de Málaga, incautaron 2.780 kilogramos de anémonas de mar listas para su venta y comercialización en un establecimiento comercial de la provincia de Cádiz, por lo que se procedió a actuar en ese momento contra 4 personas en calidad de investigadas. Asimismo, la Guardia Civil pudo comprobar como estas cuatro personas compraba grandes cantidades de anémonas a pescadores furtivos residentes en la provincia de Cádiz a un bajo precio y falsificaban los documentos utilizados para acreditar la captura legal de estos productos.Para ello, utilizaban una licencia para el marisqueo de erizo y anémona de mar otorgada por la Junta de Andalucía en Málaga. De esta manera conseguían darle una apariencia legal a la captura de grandes cantidades de anémonas de mar realizada por pescadores furtivos en las provincias de Cádiz, Granada y Málaga.Posteriormente, eran introducidas en el mercado a través de su establecimiento comercial situado en la provincia de Cádiz donde las preparaban y etiquetaban para su venta con un sello de estampado y talonario de documento de registros falsos.Por todo ello fueron formuladas las correspondientes denuncias administrativas por infracción a la normativa pesquera por la falsificación de la información sobre captura y transporte de los productos pesqueros y la suministrada a la Administración. Toda la mercancía aprehendida fue puesta a disposición de la Delegación de Agricultura y Pesca, siendo destruida por no ser apta para el consumo. En una segunda fase de la operación desarrollada durante el año 2017, la Guardia Civil procedió a investigar a otras 6 personas por dedicarse a la pesca ilegal de anémonas de mar pudiéndose constatar que a todas ellas les constaba numerosos antecedentes por captura ilegal de anémonas de mar en las provincias de Málaga, Cádiz y GranadaCabe destacar que los investigados eran miembros de una misma familia y actuaban como un grupo organizado, repartiéndose las tareas de vigilancia para detectar la presencia de los agentes y otras dedicadas a realizar la actividad marisquera.En esta segunda actuación fueron intervenidos 545 kilogramos de anémonas de mar, 72 kilos de erizos de mar, redes, 3 vehículos y 15 equipos de buceo, formulándose las correspondientes denuncias por carecer de autorización para la captura de erizos y anémonas de mar, así como realizarlas en época de veda.Anémona de mar o “ortiguilla”La anémona de mar o “ortiguilla” es una especie muy apreciada en la gastronomía de las provincias de Cádiz y Sevilla. Se consume habitualmente en bares y restaurantes, existiendo una gran demanda en la hostelería, hecho por el cual se encuentran muy cotizados.Esta actividad ilícita puede generar tanto un perjuicio económico para las personas que legalmente están autorizadas, como una afectación a la biodiversidad de la especie debido a su continua captura sin control. Además, el consumo de estos productos podría resultar un riesgo para la salud, ya que no queda acreditada la trazabilidad de los productos.