IAM/Redacción En esta ocasión, y yendo aún más lejos, se ha acusado a los agentes de Servicio Marítimo de la Guardia Civil, sin ningún criterio, pruebas o hechos demostrables con la debida solvencia que se le debe exigir a las instituciones políticas, de nada menos, “disparar contra gibraltareños en persecuciones ilegales”.Acusación que hay que desmentir categóricamente, pues lo que realmente aconteció en el suceso aludido, es que una patrullera de la Guardia Civil trató de evitar que dos personas, al parecer gibraltareñas, alijaran mercancía ilegal desde una moto náutica, en una playa de La Línea de la Concepción. Los cuales, haciendo caso omiso a las señales de detención que se les hacía desde de la patrullera policial, emprendieron una peligrosa huida hacia el Peñón, poniendo en grave riesgo el importante tráfico de embarcaciones y personas existentes en esta zona. Por supuesto, la patrullera del Servicio Marítimo detuvo la persecución cuando la moto náutica se adentró en Gibraltar, avisando a la policía marítima gibraltareña, la cual tras identificar a los tripulantes, se negó a dar los datos necesarios de los mismos, para que la Guardia Civil pudiera realizar las investigaciones necesarias. Algo que viene siendo habitual. Como lo es también que embarcaciones de la policía gibraltareña se adentren sin ningún tipo de reparo, en aguas españolas de Algeciras, Tarifa o Ceuta. Desde AUGC, instamos a estas autoridades gibraltareñas a que dejen de crispar aún más la situación que se vive en las aguas colindantes al Peñón, y por el contario, den las instrucciones necesarias a sus funcionarios policiales, para que colaboren con los cuerpos de seguridad españoles en la lucha contra el narcotráfico, que no en vano sigue siendo una de las mayores lacras de esta parte del litoral andaluz.