El objetivo es que para el 2020 la comunidad cuente con 84 camas en las unidades de ictus, lo que la posicionaría entre las mejores regiones del país y de Europa en la atención a este problema.
El impulso al programa de atención a personas con ictus supone que este año despegará el sistema Tele-Ictus, que consiste en la activación de una red de 27 centros conectados a este programa de teleasistencia y en la creación de un ‘pool’ de unos quince neurólogos vasculares de guardia localizable, que ya se ha comenzado a probar en las provincias de Sevilla y Huelva.
Este programa de teleasistencia será fundamental para facilitar un diagnóstico rápido y estará dotado con 200.000 euros en los presupuestos de 2019.
La mayor partida para el desarrollo del Plan Andaluz de Atención al Ictus se destinará en 2020, cuando el Gobierno andaluz aporte cuatro millones de euros al programa, ha explicado el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.
Otra de las novedades es la implantación progresiva en todo el territorio andaluz del código ictus, que incorporará avances logísticos y de transporte sanitario y mejorará los tiempos actuales relativos al inicio de los tratamientos.
Para ello será decisiva la creación del Centro Andaluz de Tele-Ictus (CATI).
La expansión del código ictus a todos los rincones de Andalucía supondrá un aumento de los pacientes que se recuperarán al cien por cien, cuando antes pasaban a ser dependientes.